
Uno de cada tres tutores no lleva a su mascota al veterinario
Oaxaca, Oax. 08 de julio 2012 (Quadratín).- Los olvidos repentinos son comunes entre la población, sin embargo lo raro es cuando esos olvidos se tornan recurrentes y se agravan. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay casi 20 millones de enfermos de Alzheimer, mientras que en México se contabilizan alrededor de 500 mil personas afectadas, cifra que podría triplicarse en consideración al aumento en la expectativa de vida, ya que este tipo de demencia es más frecuente en el adulto mayor.
De acuerdo con Juan Carlos Dávila Fernández, médico especialista en medicina interna y jefe del Departamento Clínico del Hospital General de Zona 1 Demetrio Mayoral Pardo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Alzheimer forma parte de un grupo de trastornos neurológicos denominado demencias, en donde el deterioro de las capacidades del conocimiento adquiridas en el transcurso de la vida (pérdida de memoria progresiva) es la principal característica.
De carácter irreversible y mortal, el Alzheimer afecta las neuronas de la corteza cerebral, por ello el paciente sufre pérdida de la memoria, enredos de lenguaje, déficit en la visión vicio-espacial, convulsiones y trastornos musculares hasta llegar a estar inmóviles, por ello tienden a padecer desnutrición, infecciones urinarias, escaras, embolismo pulmonar y enfermedades cardiacas, mismas que provocan la muerte, con una duración típica de 8 a 10 años, a veces tardan hasta 25 años dependiendo si se les otorga tratamiento, refirió el especialista.
Factores de riesgo como historia familiar positiva y longevidad, el Alzheimer tiene una incidencia del 20 al 40 por ciento en personas mayores de 85 años, así mismo se presenta con mayor facilidad en el sexo femenino, esto último debido a que el cerebro de la mujer pierde su capacidad más rápidamente que el cerebro del hombre y esto es por cuestiones específicamente hormonales.
Confundible con otras demencias (como las que presentan pacientes con lupus, infartos cerebrales) pero que debido su evolución el Alzheimer es única ya que en sus primeras etapas se inicia con olvidos sencillos, después se presenta dificultad para llevar las finanzas, hacer cálculos sencillos, seguir instrucciones en el trabajo, conducir, hacer compras, cuestiones limpieza, se va perdiendo esa secuencia de la vida diaria.
Algunas personas no tienen conciencia de que se están deteriorando congnitivamente mientras que otras sí y a ellas les afecta notable y terriblemente, por ello sufren depresión, se vuelven hostiles, ensimismados, empiezan a aislarse y por los mismos problemas del lenguaje dejan de hablar.
El IMSS diagnostica este padecimiento por medio de un estudio llamado minimental, el cual detecta el estado cognoscitivo del paciente; en caso de que se requiera, se también realizar una resonancia magnética en donde se pueden observar las alteraciones en el tejido neuronal y la masa cerebral.
Dávila Fernández, explicó que el tratamiento médico es desafiante y muchas veces gratificante, puesto que si se detecta en etapas iniciales se puede prolongar la aparición del deterioro grave, es decir, en lugar de que se presente en cinco u ocho años éste se puede retrasar hasta 25 años con un tratamiento multidisciplinario: con juegos, lecturas, mantener a la persona completamente ocupada, relacionada con el medio -no aislarlo-, con tratamiento farmacológico.
Finalmente el médico del IMSS destacó que el trabajo más importante con el paciente con Alzheimer es con la familia, su apoyo es vital porque ésta va a enfrentar cotidianamente todos los cambios. Hay que explicarle a los familiares y cuidadores muy claramente en qué consiste la enfermedad, por qué el paciente actúa de cierta manera y se relaciona de diferente forma con cada integrante de la familia; sin esta explicación, se crean grandes conflictos entre familiares, se desgastan mucho, hay enojo, frustración y el paciente, al final, termina abandonado.
Foto: Ambientación