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MÉXICO, DF. 22 de junio de 2014 (Quadratín).- Enfrentar las secuelas emocionales de un asalto violento, secuestro exprés o prolongado, no siempre se puede superar sin la ayuda de un sicoterapeuta, pues se estima que tres de cada 10 víctimas de este tipo de eventos después de tres meses no logran superar el trauma.
La Facultad de Psicología de la UNAM ofrece sesiones para quienes padecen una secuela de ansiedad, miedo o descontrol.
Por medio de una serie de 12 a 16 sesiones semanales dirigidas por un terapeuta se subsana el trauma.
Con un modelo científico inscrito dentro de la terapia cognitiva-conductual y avalado por la Asociación Americana de Psicología, la UNAM ofrece una alternativa que combina las sesiones personales con la terapia de exposición, en la que el paciente interactúa con un ambiente-escenario de realidad virtual, en la que ocurren sucesos como los referidos como parte del tratamiento.
En las sesiones el paciente utiliza lentes de tercera dimensión para realizar una inmersión en un ambiente, en el cual se ve acompañado por el terapeuta, quien ayuda a manejar la ansiedad y el miedo que se presentan ante el evento, pero en una atmósfera controlada, de seguridad y confianza, relató la doctora en psicología, con 40 años de labor académica en la UNAM, Georgina Cárdenas López.
En los ambientes de realidad virtual con modelos gráficos tridimensionales utilizados aplica en las terapias se muestran ejemplos de dos tipos de secuestro: el exprés, que ocurre en un taxi, y el convencional, donde la víctima ve un cuarto oscuro al que entra un delincuente para amenazarla y darle comida.
También el modelo tiene un ejemplo de asalto con pistola, que sucede mientras un peatón es agredido por un ladrón que le roba la cartera y se echa a correr.
La realidad virtual se adapta a la situación vivida por el paciente, quien tras varias sesiones aprende a controlar el miedo condicionado y dejar atrás el evento traumático.
El estrés postraumático es un trastorno severo por medio del cual el individuo queda discapacitado para realizar algunas actividades cotidianas, tiene repeticiones automatizadas y espontáneas del suceso, está irritable, hipervigilante, hiperactivo, con pesadillas y alteraciones en la percepción de la vida cotidiana, pero esas características no desaparecen con el paso del tiempo, por eso requiere atención psicológica.
Desde marzo, la Facultad de Sicología atendió a ocho personas con estrés postraumático, siete con estrés agudo y 40 con duelo patológico. El servicio está disponible en la Facultad de Psicología, con un costo de 50 pesos por sesión para estudiantes, 100 para trabajadores de esta casa de estudios y 150 para el público en general.