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México, D.F., 29 de febrero de 2012 (Quadratín).- Los Centros de Desarrollo Comunitario (CDC) de la Secretaría de Desarrollo Social están mejorando la forma de alimentarse de las familias que acuden a los talleres de Producción de Alimentos Orgánicos, donde aprenden cómo cultivar diversas especies que, además de económicas, son tanto o más nutritivas que la carne.
Eric Jiménez, supervisor del proyecto de Producción de Alimentos Orgánicos, apoyado por el Programa Hábitat de la Sedesol, a través del Programa Sustenta, de la Fundación Zaragoza, en Ciudad Juárez, Chihuahua, explica que en los módulos de cultivo biointensivo se enseña a la gente cómo proveerse de alimentos básicos de forma sencilla: se germina la semilla y se entrega la plántula a las familias, para que la pongan en una maceta.
Una maceta puede hacerse con cualquier material, desde una bolsa de plástico hasta cajas, botes y llantas, que de otra forma se acumulan en los tiraderos de basura al ser considerados como desperdicio. Lo importante es que pueda retener tierra y humedad.
En los módulos, los beneficiarios aprenden a sembrar productos de consumo diario, como lechuga, tomate, betabel, tomate, zanahoria, papa, cebolla, etc.
La gente se ha interesado en los cursos, han tenido impacto, sobre todo porque ven el producto rápidamente. Cuando llegan siembran y personalizan sus charolas y, al cabo de una semana, regresan y ven que ya creció. Les enseñamos cómo las semillas pueden germinar en una semana y trasplantarse en tres, en vez de dárselas para que las cultiven de forma tradicional, dijo el instructor.
Otra de las innovaciones es que se están cultivando setas (una variedad de hongo), cuya semilla se incuba en un pastel huésped, hecho de una pasta de trigo o avena en una bolsa plástica, que provee el ambiente para que el hongo brote y se desarrolle. Una vez sembrado, las alumnas cuidan el pastel en el CDC o en su casa.
Un pastel produce cerca de ocho kilos de setas cada tres meses, con un costo de entre 20 y 25 pesos por kilogramo, y pueden venderse hasta en 80 pesos.
Además de economizar, las amas de casa obtienen un producto con muchas propiedades, entre ellas la proteína, ya que 100 gramos de setas pueden sustituir 100 gramos de carne, aunque eso ha implicado cambiar paradigmas en la alimentación de los vecinos. La cultura ha ido cambiando a través de pláticas de nutrición y sobre las propiedades del hongo, afirma Eric.
Testimonios de alumnas
Angélica ha tomado diferentes cursos en el CDC, entre ellos el de nutrición y huertos. Nos enseñaron cómo sembrar y tener un jardín en el patio de la casa y hemos probado las setas, preparadas en ceviche y en mole, entre otras formas, según el gusto de cada quien, dijo.
Tengo mis plantas aquí y he trasplantado tomate, chile y cebolla. Los hongos son muy nutritivos, muy ricos. A mi familia le gusta comerlos y hubo un tiempo en que los preparaba cada tercer día en el centro comunitario para llevarlos a casa.
Ramona, por su parte, sembró cilantro, tomate, cebolla y chile. Los trasplantó en el patio de su casa y se le dieron bien. Se nos dio mucho, yo ya no compraba y hasta los vecinos me pedían. Hacía la salsa y se las regalaba o ellos iban a cortarlos, dijo.