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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 7 de enero de 2014 (Quadratín).- La esperanza de vida al nacimiento de la población oaxaqueña, que en 1974 era de 56.8 años, para 2014, según las proyecciones del Consejo Nacional de Población, se estima en 72.7 años.
Mientras que en los varones, la esperanza de vida se incrementó más de 15 años, al pasar de 54.2 en 1974 a 69.7 años actualmente, las mujeres viven hoy 16 años más en promedio que en 1974, ya que en ese año su esperanza de vida era de 59.4 y en 2014 se estima de 75.8 años.
Lo anterior lo informó la Dirección General de Población de Oaxaca (Digepo), en el marco de la conmemoración hoy del 40 aniversario de la promulgación de la Ley General de Población.
De acuerdo con los datos que reporta esa instancia del gobierno estatal, la tasa bruta de mortalidad que en 1974 era de 13 defunciones por mil habitantes, hoy se estima en siete, en tanto que la tasa de mortalidad infantil, que en el año referido era de 89.4 defunciones por mil nacidos vivos, en 2014 se estima en 13.3 defunciones.
De la misma manera, la tasa global de fecundidad ha bajado considerablemente al pasar de 6.26 hijos por mujer en 1974 a 2.42 en 2014, según las nuevas proyecciones de población. También la tasa bruta de natalidad ha disminuido drásticamente de 40.5 hijos nacidos vivos por cada mil habitantes en 1974 a 20.4 en 2014.
El organismo argumentó que como resultado de la baja en la fecundidad y la mortalidad, se desaceleró el ritmo de crecimiento demográfico del estado.
La tasa total de crecimiento bajó 1.6 puntos porcentuales entre 1974 y 2014, al pasar de 2.25 a 0.67 por ciento.
El crecimiento natural disminuyó, al pasar de 2.75 por ciento a 1.33 por ciento, en tanto que el crecimiento social pasó de -0.50 por ciento a -0.66 por ciento respectivamente.
Explicó que a 40 años de la instauración de la política de población vigente, la entidad oaxaqueña enfrenta problemáticas distintas.
“Para hacerles frente y estar a la altura de los nuevos desafíos poblacionales como la migración, el envejecimiento, la fecundidad de reemplazo, la equidad social y un patrón de distribución poblacional que contribuya decisivamente al desarrollo regional sustentable, es imprescindible revisar los marcos jurídico e institucional de la política de población para modernizar sus estructuras y operación”, indicó.