Convencionalidad
Oaxaca, Oax. 28 de marzo 2011 (Quadratín).- La premisa constitucional mandata expresamente a las y los servidores públicos a hacer sólo aquello que la ley les autorice. Sin embargo, quienes gobiernan, como el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Luis Ugartechea, insiste al igual que el gobernador de la paz y el progreso, en pasarse por alto tan significativa consigna legal.
Hacer sólo lo que la ley les autorice implica una garantía de certeza jurídica para los gobernados, toda vez que si no se cumple, dejan a la población gobernada al arbitrio de sus ideas ocurrentes y violando los derechos humanos, la seguridad jurídica, que al parecer por ignorancia muchos gobernantes creen que sólo se violentan cuando existe excesos policíacos y de orden exclusivamente penal.
Pues no es así señor primer concejal. Los derechos humanos se clasifican en derechos de protección a la vida, a la igualdad, a la seguridad y certeza jurídica, y a los derechos políticos. Estoy segura que si Luis Urgartechea no lo sabe -por que hay quien con desfachatez afirma no tener porque saber todo-, si tiene uno o varios sapientes asesores que si no lo hacen entrar en razón es porque de plano no quieren o bien, lo quieren exhibir.
El desconocimiento de la ley no obsta su cumplimiento, menos cuando se trata de un gobernante que se nombra así mismo democrático y declara cínicamente, una y otra vez, que actúa en el marco de la ley.
El cinismo suele traducir la actuación pública en autoritarismo, discrecionalidad y por supuesto en este caso fuera del orden normativo legal. Le recuerdo al presidente municipal que fueron temas abordados por él, cuestionando estos mismos procederes del gobierno que le antecedió, prometió ser diferente, gobernar con la ley en la mano y la justicia en el corazón. ¿Tal parece que se le olvidaron las palabras que aquel indígena mixe pronunció en 2006 y que citó al inicio de su discurso de toma de protesta? Creo como muchos y muchas ciudadanas, que la demagogia priva en sus discursos y la ilegalidad en su actuación.
Su beligerante desprecio demostrado hacia grupos de personas que le solicitaron audiencia desde que era presidente municipal electo, su falta de sensibilidad democrática, tolerancia y disposición frente a quien no piensa como él o su coalición, echa por tierra su tan cacareado discurso ciudadano y cercanía a las expresiones de participación ciudadana.
Veamos un recuento menor de los actos del gobierno de Luis Ugartechea que rompen sistemáticamente el Estado de Derecho a tres meses de tan esperada gestión.
Empecemos por el primer día en su toma de protesta. La Ley Orgánica Municipal vigente establece la obligación de tomar protesta el 1 de enero a las 10:00 de la mañana; decidió hacerlo a las 12 del día, argumentando haber llegado a un acuerdo. ¿Quién le dijo que el cumplimiento de la ley está sujeta a acuerdos?
Ese mismo día, en la primera sesión ordinaria de cabildo, propuso y fueron autorizadas por su cabildo las ya pactadas comisiones, desconociendo abruptamente las Ordenanzas Municipales en aras de la supuesta gobernabilidad a capricho de los grupos y partidos coalicionistas.
Desobedeciendo flagrantemente las Ordenanzas, desapareció por decreto, sin argumentación jurídica y trasgrediendo la estructura orgánica administrativa, la Coordinación de Desarrollo Municipal, al parecer por ocurrencias de alguna funcionaria que se encaprichó con una coordinación a modo y si no está en la ley, ni modo, para eso son gobierno ¿Qué no? Ser autoridad les permite todo, máxime que son de estirpe
el regalito fue entonces para la hija de la diputada del PAN, Clarivel Rivera Castillo, de nombre Verónica López Rivera, quien trabajaba en SEDESOL, pues ahora quiso su Coordinación de Desarrollo Social.
¡Ah! y también desapareció de un plumazo la Dirección Municipal de Difusión y Promoción de las Ciencias y las Artes: matando dos pájaros de un sólo tiro -le dio gusto a su funcionaria vip y se deshizo de una molestia política que es una piedra en su zapato-.
Así no es señor Ugartechea, es al revés, primero cambia la ley y luego adecua sus acciones a ella. Sus asesores legales deben ponerle al tanto, está incurriendo en responsabilidad por el inadecuado ejercicio de la administración pública y, por si fuera poco, también esta contraviniendo lo establecido en el presupuesto de egresos municipal aprobado en tiempo y forma por el anterior cabildo y no reformado a propuesta de la Comisión de Hacienda, lo que pudo hacer hasta febrero pasado
se le fue el tiempo en esa constante demostración de prepotencia y fanfarronería.
Y ni que hablar de esa primera incursión en el abuso de fuerza que el gobierno estatal implementó durante el desalojo de comerciantes el pasado diciembre previo a la fiesta de Rábanos, uso de fuerza excesiva acordado con el munícipe citadino, en un desplante absurdo permisivo de la anterior administración provisional acatando su intervención.
Una más es el permanente abuso de los y las agentes de Transito Municipal que siguen, igual que en el gobierno priista anterior, sin portar gafetes que los identifiquen, violando nuestros derechos humanos coludidos en jerarquía piramidal hasta llegar a Ugartechea, quien no dice nada y deja pasar. ¿Por miedo a la mafia policiaca o por comodidad? Esperemos que actúe de distinta manera en lo que a la titularidad del Instituto Municipal de las Mujeres se refiere, ya es tiempo del cambio reglamentario de la directora general, recordándole que la mayoría somos ciudadanas y exigimos acciones y políticas públicas con perspectiva de género, que tiene la obligación de implementar la transversalidad en el gasto público y sólo vemos un trato asistencial implementado como si las mujeres fuésemos perse un grupo vulnerable y no mayoría capaz pensante y con las agallas de encontrar lo que nos corresponde .
Los últimos sucesos violatorios de la ley y reglamentos municipales, son los relativos a la atribución que se otorgó el cabildo instalado por la propuesta del presidente para nombrar administradores en las agencias municipales conflictuadas, por supuesto a modo de los intereses panistas, de esto no existe precedente político y menos jurídico, pues Ugartechea se adjudica poderes que le corresponde al Poder Legislativo, en relación a ayuntamientos de usos y costumbres fundamentalmente; generando serios conflictos y polarización innecesaria en la población.
La inconformidad ciudadana la pretende resolver con insulsas promesa populista, sin justificación alguna, que no sea una medida populista y poco viable de recibir y dar lectura en sesión de cabildo a todas las peticiones ciudadanas para su respuesta; al parecer quiere decir que el cabildo será una especie de tribuna popular, donde ya no haya cabida para su quehacer fundamental que es el debate y la creación de normas reglamentaria, ahora será el espacio de gritos y susurros donde los grupos de presión decidirá a través de la presión lo que se apruebe o no. Vaya democracia representativa, otra vez encima de la ley.
Así van las cosas del poder municipal, rompiendo leyes imponiéndose como reyes.