Bárbara García Chávez / A Reserva / Las tormentas que vienen

Oaxaca, Oax. 15 de agosto del 2011(Quadratín).- Las tormentas de cualquier índole suelen hacer destrozos, unas más que otras, claro es de acuerdo a su intensidad y a los mecanismos de prevención y control que se hubieren instrumentado para tal efecto.
La tormenta política en Oaxaca sigue una trayectoria peligrosa, se divisan vientos sostenidos, los cambios de rumbo hacen perjuicios por aquí por allá, en tanto la burbuja sigue intacta, bien protegida.
Los recientes movimientos en el gobierno oaxaqueño parecieron un apresurado rescate que por sí mismo no saldan las escasas probabilidades de que el gobierno del cambio pueda ejecutar con éxito los planes de ajuste financiero ni tampoco confían en que se produzca una reestructuración adecuada, legítima y eficiente.
Un reflejo de la desconfianza del gobernado en general, es el apresurado comunicado de prensa que emitió la Coordinación de Comunicación Social sobre el relevo de funcionarios el pasado 10 de agosto. Este revela el lapsus brutus de su titular, que descartó la opinión ciudadana o cuando menos la suscribe únicamente a un pequeñísimo sector religioso católico, a través ni más ni menos que del dinámico padre Uvi; la clase política la “representó” el diputado panista Juan Mendoza Reyes, y la iniciativa privada habló por Marcos Manuel González Valle, de la Asociación de Hoteles y Moteles de Oaxaca. ¿Serán los hombres más representativos de Oaxaca?
La renuncia de Irma Piñeyro, que presentó por cierto en términos muy dignos, solo faltándole mencionar su falta de legalidad en el cargo que venía desempeñando, nos deja una gran incógnita en relación a sus amigos y parientes que fungían como séquito con sueldo, que ya habían ocupado las plazas de confianza de múltiples despedidos adscritos a la Secretaría de Gobierno y en otras más, cuyos titulares le hicieron el favor. Más damnificados por la tormenta.
Al ex senador perredista Carlos Altamirano, que ostentaba con orgullo la estafeta de prolijo auxiliador de pobres y marginados –dicho por él- en su recién estrenada Secretaría de Desarrollo Social del Estado, parece que se le derrumban sus aspiraciones o por lo menos se la pintan difícil algunos diputados encaminados por José Antonio Hernández Fraguas, que le regatean el puesto de Auditor Fiscalizador, prometido por Gabino Cué y su sayón Benjamín Robles. No más falta que se quede sin pan y sin tortillas. A él los vientos lo desplazan.
También en las tormentas hay quienes por aluviones salen ganando, es el caso de Benjamín Robles, ahora con apelativo del milusos, quien harto de ser menospreciado por propios y extraños por ser sólo el secretario del uno, -después de dirigir desde la oficina de la gubernatura, cargo modificado y asignándole amplísimas competencias en una nueva ley ad hoc para cumplir sus ambiciones políticas-, fue desplazado por la falta de título profesional.
Cuestión de esperar, en el reacomodo le han nombrado nuevo coordinador de los Módulos de Desarrollo Sustentable -instancia de primer nivel también creada en este sexenio-.
Este puesto le permitirá a Robles acercarse a todas las comunidades del Estado, con poder de decisión y tupido presupuesto, que sin importar nuevamente viola la ley, por la falta de título universitario. Por si alguien piensa que Benjamín “milusos”
Robles utilizará su nuevo puesto para su campaña a Senador el próximo año, estará equivocado.
Nuevamente su oficina de medios de Gabino Cué se adelanta a las “perversas especulaciones” informándonos sin ser necesario –culpa manifiesta- “…Ha sido compromiso del mandatario despolitizar las representaciones de la Administración Pública en el interior del Estado y que los recursos públicos estén destinados al desarrollo integral de los oaxaqueños, asignaciones que habrá de cumplir el nuevo titular de los Módulos de Desarrollo”. Allá les va, a los ayuntamientos, pues el gobernador decidió que Robles será el enlace con municipios: su tarea fundamental es la formación de comités para MORENA, léase Andrés Manuel López Obrador.
En este enroque, el antes coordinador de la primera campaña de Cué y hasta hace unos días titular de los Módulos de Desarrollo, Albino González –hombre muy cercano y de todas las confianzas de Diódoro Carrasco-, ahora al frente de la codiciada Secretaría de Desarrollo Social.
Albino González en algún momento de su vida fue luchador social radical, pupilo de Gustavo Hirales, ambos convencidos de las tesis reformistas de Gramsci y asumidos salinistas –por el poder de SEDESOL- lo que le permitió en su momento palomear a las organizaciones civiles y organizaciones no gubernamentales que serán beneficiarias con millones de pesos por el gobierno de la paz y el progreso.
No debe olvidarse que Jesús Martínez Álvarez nuevo viejo Secretario de Gobierno, dejó vacante la representación de Oaxaca en la ciudad de México, ya solicitada al gobernador en varias ocasiones por su amigo Jorge Castillo, que seguramente será el que cubra la plaza, así pone distancia a los rumores y cuestionamientos de los que creen que éste señorito se venía tomando muchas atribuciones, las cuales seguramente seguirá teniendo pero lejos.
Se van cerrando convenientemente los círculos, se fortalece la burbuja diodorista y la tormenta hace círculos, puede alejarse, amainar o volverse huracán, dependerá de las corrientes, su fuerza y su comportamiento, por supuesto podrán formarse pequeños tornados que colapsen la vida ciudadana hacia el 2012.
Por lo pronto, el gobierno de Cué Monteagudo que se ha regodeado autonombrándose gobierno de los derechos humanos frente a propios y extraños, presumiendo la aberrante figura jurídica de la Comisionada para la Atención de los Derechos Humanos, cargo que ocupa Eréndira Cruzvillegas, que sigue sin establecer la legalidad de funciones, duplicando actividades y presupuesto, con tareas asistenciales y siempre del brazo de su jefe el gobernador. Sin embargo a casi un año de administración no ha podido garantizar a la población los derechos fundamentales de seguridad y certeza jurídica.
La criminalidad ha escalado escandalosamente, aterrorizando a la ciudadanía; la impunidad, el incumplimiento sistemático de la ley por funcionarios públicos; la falta de legitimación en la creación de instancias a modo de algunos cuantos que evidencian actos autoritarios que violentan los principios republicanos, la laicidad y el estado de derecho.
La violación de espacios públicos con redadas policiacas y militares, la vía de exclusión de quienes no coinciden con los grupos del poder, aplicando la necia política de “ni los veo ni los oigo”.
La permanente e impune violación a los derechos humanos de migrantes centroamericanos, el aumento de mujeres violentadas desde las propias instituciones que no encuentran respuesta legal y ahora ni atención de las organizaciones no gubernamentales que pasaron a la nómina gubernamental; que decir de las cifras en aumento de mujeres asesinadas que rebasan con mucho “los estándares oficiales” anteriores.
La falta de atención real, eficiente, respetuosa a los problemas políticos y sociales de las comunidades indígenas han ocasionado muertes y desplazamientos que llevan a ahondar resentimientos, profundizan la inequidad y la marginación, retrasando el desarrollo.
Pues no, no es un gobierno que prioriza la protección de los derechos humanos, la equidad y la igualdad de género, los derechos indígenas y la sustentabilidad, como ejes trasversales del ejercicio gubernamental. Es evidente que el gobierno de
Oaxaca, el de la paz y el progreso, no garantiza el respeto cabal de los derechos fundamentales.
Tal vez cuándo verdaderamente se revise la actuación y funciones de quienes forman la estructura del Gobierno del Estado, cuando puedan defenderse y argumentar legítimamente que lo están haciendo bien, que su actuación pública se suscribe únicamente y nada más en lo que la ley les permite y cumplen con lo que les mandata…
Cuándo la interferencia de intereses políticos no supere al marco de ley, cuándo la descalificación sistemática se detenga para iniciar la autocrítica…
Cuándo las conductas públicas del funcionariato no sean tipificables como delitos que atentan contra las libertades y derechos humanos como el acoso y hostigamiento sexual y los suscritos en el Título Octavo del Código Penal vigente en nuestro Estado, entonces estarán cumpliendo con el pueblo que los eligió y sólo entonces podrán aludir con la frente alta al Benemérito de las Américas.