Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero de 2016.- “No se olviden de rezar por mí”, pidió el Papa Francisco por tercera ocasión a su llegada a la Nunciatura Apostólica, en unas breves palabras a los feligreses presentes que esperaron su llegada al aposento y le cantaron Cielito Lindo como despedida a su segundo día de actividades.
Como de costumbre, el Sumo Pontífice nuevamente rompió el protocolo al bajar del automóvil cerrado que lo traslado al concluir su visita en el Hospital Infantil Federico Gómez.
Se le observó fatigado y con algunos problemas de movilidad, como lo confirmó el porta voz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Sin embargo, hasta el momento su estado general de salud no le ha impedido cumplir con su agenda programada.
“Ahora les doy la bendición del Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”, expresó a las personas que con fervor le pedían su bendición.
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