Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
CIUDAD IXTEPEC, Oax. 12 de agosto de 2014 (Quadratín).- El sacerdote Alejandro Solalinde indicó que ante las restricciones de las autoridades y los constantes descarrilamientos de “La Bestia”, los migrantes centroamericanos están buscando nuevas rutas pero con mayores peligros.
Consideró que al saber de las restricciones al tren y las constantes volcaduras, buscan otras alternativas de transporte y nuevas rutas al territorio nacional, las cuales son mucho más peligrosas.
Dijo que los 10 descarrilamientos de vagones de Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec (FIT) que se han registrado en dos meses entre los estados de Chiapas y Oaxaca se le hacen “raros”.
Para el coordinador y fundador del albergue de migrantes “Hermanos en el camino” de Ciudad Ixtepec, es “sospechoso” tanto descarrilamiento en un pequeño lapso, cuando antes se registraban uno o dos por año debido al mal estado de las vías o el reblandecimiento de la tierra por las lluvias.
Aunque no responsabilizó a nadie, lamentó que estos “accidentes” coincidan con una política de mayor restricción para el paso de los migrantes centroamericanos.
“Pero aún así, la migración no se detiene, la gente, sobre todo mujeres y niños utilizan los camiones para entrar a México”, indicó el Premio Nacional de Derechos Humanos.
“Es grave que ahora se hayan volcado siete vagones del tren, afortunadamente no traían migrantes, pero cada vez se exponen, ya sea de ida o de regreso, porque muchos ya utilizan el tren para regresar por falta de dinero o miedo a entregarse a migración”, explicó.
Los cambios en la política migratoria, dijo, obliga a los migrantes a alterar su comportamiento y ruta, por lo que se tienen informes de que empiezan a utilizar los pantanos existentes en las fronteras con Chiapas y Tabasco.
Dijo que “por ejemplo, empiezan entrar por los pantanos en la frontera con Guatemala. Se sabe de 38 puntos de internación riesgoso en el territorio, sin considerar Belice.”
Ante esta situación que vuelve más vulnerable al sector migrante, el grupo que encabeza Alejandro Solalinde tomó la decisión de investigar los nuevos cambios y patrones del comportamiento.
“No esperaré a que lleguen. En una primera etapa se realiza una valoración ocular de las zonas de entrada, en la segunda etapa personalmente iré al sur, a los puntos de internamiento para valorar el riesgo al que se exponen”, aseveró.