Mediocridad ratificada
MÉXICO, DF, 18 de febrero de 2015.- La desaparición de 43 estudiantes el 26 de septiembre pasado, resquebrajó el quehacer de varias instancias públicas por la indignación social, pero también replanteó el panorama político en el país y particularmente en el estado de Guerrero.
Hasta poco antes de los lamentables hechos que conmovieron a la opinión pública nacional e internacional, todos los pronósticos apuntaban a que el PRD ganaría las elecciones de junio próximo en la entidad y que el entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero sería el principal operador político para orquestar el triunfo en los comicios de quien lo relevaría.
Todavía en las encuestas se mencionaba como punteros a los senadores Armando Ríos Piter y Sofío Ramírez Hernández, así como al entonces secretario de Salud, Lázaro Mazón. A Beatriz Mojica, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, se le veía siempre rezagada y como la última opción.
Nadie podía imaginarse que al despuntar el 2015, la situación cambiaría radicalmente. Hay, sin duda, un antes y un después, de Ayotzinapa.
A la postre, Ríos Piter se retiró de la contienda alegando que para postularse, la tribu de Los Chuchos o Nueva Izquierda le exigió garantizar la impunidad para Aguirre Rivero. Sofío Ramírez, muy cercano al mandatario, también fue desbancado, luego que éste cayó en desgracia primero tras renunciar y luego después de que varios de sus familiares, amigos y ex colaboradores fueron detenidos acusados de peculado.
Lázaro Mazón fue quizá uno de los primeros “cadáveres políticos” que produjo la tragedia de Iguala, por cuanto a que era demasiado cercano a José Luis Abarca, presidente municipal a quien hoy se le imputa la autoría intelectual de la desaparición y posterior asesinato de los normalistas.
Al final, al PRD no le quedó otra más que decantarse por Beatriz Mojica, quien era considerada la más improbable de las aspirantes y fue ungida tras el Tercer Pleno Extraordinario del 9 Consejo Nacional, cuando el presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, se trasladó a Chilpancingo, Guerrero, para la reunión de consejo estatal donde tuvo lugar el anuncio.
Mojica confirmó a través de su cuenta de Twitter que recibió la constancia como candidata a la gubernatura de Guerrero y agradeció a todos los militantes por su confianza.
Víctor Aguirre Alcaine y Sebastián de la Rosa Peláez, otros aspirantes, se quedaron muy rezagados en las preferencias y así lo ratificó Navarrete.
“Por evaluaciones que hemos tenido y por la opinión de dirigentes del partido, así como por la opinión de dirigentes y sobre todo por la buena opinión que tienen muchos hombres y mujeres de Guerrero, fue que se designó a la maestra Beatriz Mojica al gobierno del estado”, señaló el presidente del CEN perredista.
Casi simultáneamente se dio a conocer que Ángel Aguirre Herrera, hijo del gobernador con licencia, decidió renunciar a contender por la alcaldía de Acapulco bajo la bandera del PRD.
A través de una carta dirigida al CEN del partido, Aguirre Herrera dio a conocer que se abstendrá de participar en la jornada electoral a fin de “guardar respeto ante lamentables sucesos acontecidos en los últimos meses” en esa entidad.
Otros acontecimientos ocurridos en los últimos días fue la decisión adoptada el pasado día 12 por Aguirre Rivero de renunciar al PRD para ser investigado por las autoridades estatales y federales, luego de la detención de familiares, entre ellos su hermano y su sobrino, y ex funcionarios por el desvío de más de 287 millones de pesos.
Nada de eso estaba en el guión original y si algún adivino o cartomancista hubiera hecho una predicción en ese sentido lo hubieran tomado como un loco.
El tema sin embargo es que el PRD, aún con la menos mala de los candidatos, Beatriz Mojica, probablemente tenga pocas posibilidades de vencer las elecciones.
Quizá sea una aspirante carismática y su buena imagen ayude a vencer a los otros rivales, pero a quien no logrará probablemente convencer es a los guerrerenses, quienes seguramente no olvidan que quien fue responsable de la desaparición de los estudiantes era un perredista “distinguido” y que ese partido es el que llevó a la ruina al estado, sacudido por escándalos de corrupción y por graves conflictos políticos y sociales. Es el mismo PRD que entabló lazos inconfesables con el crimen organizado.
Ciertamente, Mojica se ha labrado un prestigio indudable y tiene su propio capital político, pero también hay que reconocer que formaba parte del gabinete de Aguirre Rivero y que pertenece a la corriente de “Los Chuchos”, la misma que apoyó la candidatura de Abarca y las aspiraciones de su esposa María de los Ángeles Pineda como precandidata a sucederlo.
Beatriz Mojica Morga, licenciada en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana plantel Xochimilco, es de origen rural y ha participado como activista social de la entidad.
Tras concluir sus estudios de licenciatura, ganó una beca para realizar una maestría en Políticas Públicas en el ITAM.
Ha sido diputada federal en la LIX Legislatura, donde coordinó el Grupo de Trabajo que promovió reformas legislativas en pro del gremio periodístico, y antes de ser designada candidata a la gubernatura por el PRD, se desempeñaba como secretaria de Desarrollo Social.
Quienes la conocen la describen como una mujer sensible, que sabe escuchar y que también es tenaz y muy trabajadora.
Sin duda alguna, la oposición tratará de hacer trizas a la aspirante perredista a quien le espera una campaña difícil de contrarrestar.
A Mojica se le ha mostrado una y otra vez en fotos al lado de Abarca y su mujer, insinuando que era la mejor amiga de la pareja, y no les será muy difícil relacionarla con la “pareja imperial” y el ex gobernador Aguirre Rivero.
“Beatriz Mojica es la mejor amiga de Abarca ¿Quieres que pase en Guerrero lo que pasó en Iguala? ¡Aguas!”, señala un mensaje de audio que ha sido difundido por teléfono en Guerrero y a través de las redes sociales.
Ella afirma que ha sido golpeada por sus adversarios pero considera que no tiene nada que temer y posee “las manos limpias”.
Quizá sea cierto que sus relaciones con los Abarca y con Aguirre Rivero fueron siempre institucionales, pero de hoy en adelante todo lo que haya hecho y su propia actividad diaria estarán en una caja de cristal.
Tendrá que armarse de temple y de un grueso blindaje para poder resistir el embate de sus adversarios. Del que debe cuidarse sobre todo es del llamado fuego amigo, porque Guerrero es un volcán, un caldero hirviente, una bomba de tiempo. No será fácil hacer campaña.
El PRD pretende limpiarse la cara y mostrar rostro de mujer para dar a entender que quiere cambiar y escribir una nueva historia.
No será sencillo. Sus adversarios son dignos de temer. Héctor Astudillo Flores, del PRI, ungido candidato de unidad, quien se impuso a sus compañeros de partido Manuel Añorve Baños, Héctor Apreza Patrón, Mario Moreno Arcos y Cuauhtémoc Salgado Romero.
Astudillo Flores, hasta antes de ser candidato, era diputado local de Guerrero. Es abogado egresado de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM y cursa la maestría en Gobernanza y Comunicación Política en la George Washington University, ha sido 2 veces alcalde de Chilpancingo y senador de la República de 2000 a 2004.
Por el PAN, se habla de Jorge Camacho, ex comentarista deportivo, cuya postulación confirma que el blanquiazul no existe en Guerrero, pero podría capitalizar un poco del descontento existente y beneficiarse del “voto de castigo”.
Así están las cosas en Guerrero, pero de lo que no hay duda, es que 7 de junio no será un día de campo para el PRD en la entidad.
GRANOS DE CAFÉ
Hay vacíos que nunca se llenan y ese es el caso del extinto ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sergio Valls Hernández, hombre intachable y respetable, cuyo asiento ahora se disputan tres hombres de leyes, entre ellos el actual embajador de México ante el gobierno de Barack Obama, Eduardo Medina Mora, así como los magistrados de Distrito, Felipe Alfredo Fuentes Barrera, y Horacio Armando Hernández Orozco, quienes forman parte de la terna que hoy envió el presidente Enrique Peña Nieto al Senado de la República que tendrá el difícil encargo de seleccionar al sucesor de don Sergio.
Naturalmente no es una tarea fácil, ya que los tres candidatos tienen una larga trayectoria, no sólo como jurisconsultos, sino como políticos cercanos al poder.
En ese sentido, quien pareciera llevar la delantera es precisamente Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza, por su cercanía con Enrique Peña Nieto y haber colaborado con él en responsabilidades tan sensibles como la que desempeña actualmente.
Sin embargo tiene en su contra uno de los casos más bochornosos de la justicia mexicana, ya que fue él, en su calidad de Procurador General de la República durante los primeros tres años de la administración de Felipe Calderón, quien ordenó cerrar la instrucción en contra de Florence Cassez con las pruebas que había presentado el Ministerio Público y que a la postre llevaron a declararla en libertad por un proceso mal fundamentado.
Si bien inicialmente el montaje del caso de la banda de secuestradores “Los Zodiaco”, que condenó a Cassez a una pena de 60 años de cárcel, se atribuyó a Genaro García Luna, ex director de la temida AFI, lo cierto es que Medina Mora terminó estigmatizado por la fabricación de pruebas y otras circunstancias extrañas que rodearon el caso que llevó al distanciamiento de los gobiernos de México y Francia,
Aunque ese hecho es una pesada loza para Medina Mora, su defensa como embajador del gobierno de México respecto del caso Ayotzinapan, puede equilibrar la balanza a su favor, ya que desarrolló una importante carrera en el sector público, a partir de su nombramiento como Director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y luego como secretario de Seguridad Pública en el desafortunado sexenio de Vicente Fox.
Luego, Felipe Calderón lo propuso al Senado como Procurador General de la República, y éste lo confirmó el 7 de diciembre de 2006. En 2009 renunció al cargo y ese mismo año el Senado ratificó su nombramiento como embajador de México ante el Reino Unido, cargo que desempeñó hasta enero de 2013, cuando fue propuesto para ocupar la embajada mexicana en Estados Unidos.
Quien también intenta disputar el cargo que seguramente ocupará Medina Mora, es el magistrado Felipe Fuentes Barrera, abogado por la UNAM y catedrático en diversas instituciones de educación superior, quien se ha desempeñado como Secretario de Estudio y Cuenta en la Suprema Corte de Justicia, Juez de Distrito y Magistrado de Circuito, y actualmente es Magistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito.
Igualmente está en la contienda el magistrado Horacio Armando Hernández Orozco, abogado por la Escuela Libre de Derecho, quien se ha destacado por la práctica docente. Asimismo, ha ocupado diferentes cargos en el Poder Judicial de la Federación entre los que destacan: Secretario de Juzgado de Distrito y Tribunal Colegiado de Circuito, Juez Primero de Distrito y Magistrado de Circuito. Actualmente se desempeña como Magistrado del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección [email protected]