Economía en sentido contrario: Banamex
+ CNTE-XXII no aplica educación de SEP
+ Gobernador avala separatismo educativo
OAXACA, Oax. 31 de octubre de 2013 (Quadratín).- Mientras en el DF la CNTE-Sección XXII de maestros distrae con negociaciones sobre los espacios para el plantón, en Oaxaca los disidentes tiraron a la basura el plan educativo de la SEP y están aplicando el Programa de Transformación Educativa de Oaxaca (PTEO) de los maestros disidentes.
Lo de menos es el PTEO haya sido evaluado negativamente por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CIENSTAV) del Instituto Politécnico Nacional, porque la Sección XXII de Oaxaca logró que el gobierno estatal de Gabino Cué Monteagudo firmara la validez de ese programa educativo unilateral y diseñado para la educación revolucionaria.
En el fondo, la verdadera lucha política de la XXII no ha sido contra la evaluación, aunque las movilizaciones callejeras en el DF y el paro de cuarenta días sin clases ondearon esa bandera; el punto central del conflicto magisterial de este año ha sido la imposición por la vía de los hechos del programa educativo de la Sección XXII sin que hasta la fecha las autoridades estatales y federales hayan podido impedirlo.
En un boletín especial, la Sección XXII informó que el sábado 26 de octubre “iniciaron los trabajos en todas las escuelas del estado de Oaxaca con el propósito de concretar el Programa para la Transformación de la Educación de Oaxaca, rescatando el análisis crítico de la realidad de cada escuela y comunidad”.
En este sentido, los maestros de la XXII están enseñando a los niños no el plan oficial de la SEP federal sino el programa educativo de la sección sindical para formar la conciencia de los niños. En síntesis, el sentido ideológico del PTEO es usar la educación para formar una conciencia colectivista y social de los niños. Se trata, en pocas palabras, de un modelo similar al de la Escuela de Pioneros de Cuba.
La segunda parte del conflicto magisterial radica en la asunción de la CNTE no solamente como un organismo gremial que defiende derechos laborales, sino como un “movimiento social” para la imposición de un nuevo régimen político comunitario y autogestionario.
En su documento “La CNTE como movimiento social”, la coordinadora de maestros disidentes califica al Estado mexicano como “Estado burgués”, por lo que se asume como un colectivo militante que “busca mediante la acción contundente producir un cambio en la sociedad”.
Lo engañoso de los planteamientos de la CNTE-XXII radica en el hecho de que ondean las banderas de los derechos laborales y la “democratización del SNTE”, pero desde 1979 las secciones disidentes pactaron con los grupos de Carlos Jonguitud y de Elba Esther Gordillo y nada, absolutamente nada, han hecho para democratizar el SNTE; Gordillo les cedió a los disidentes la autonomía sindical pero sin dejar el SNTE y los disidentes reproducen el modelo Jonguitud-Gordillo de controlar cuotas, maestros, plazas y gobernadores. Las secciones sindicales de la CNTE son las menos democráticas que existen en el país porque se manejan de manera autoritaria, violenta y hasta criminal.
Por lo pronto, mientras en el DF se debate si el plantón se encapsula, se reduce o se manda a otro jardín, la XXII en Oaxaca desechó el programa educativo oficial de la SEP. Pero el asunto educativo no puede ser desligado del proceso de las reformas estructurales y de la búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo.
Pero el magisterio de Oaxaca, con el apoyo y el aval del gobernador Cué, acaba de separarse de la política educativa nacional. Lo malo es que la XXII aplica su propio modelo educativo con maestros pagados por la SEP con dinero fiscal federal e inició ya la primera generación de niños pioneros que serán educados por la CNTE para la revolución y el colectivismo, sin que nadie quiera detener el proceso.
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@carlosramirezh