
Reforma de maíz transgénico: ¿camino a soberanía alimentaria de México?
+ PAN ante Baja California 2013
+ Y partidos ante reforma electoral
México, DF. 23 de junio de 2013 (Quadratín).- Preguntas y respuestas de los temas del momento.
1.- Importancia y que significaría para el PAN la pérdida de Baja California?
–Baja California representa un símbolo: fue producto de la negociación política de Carlos Salinas con el PAN en 1989 como parte del apoyo del PAN a la calificación de las elecciones presidenciales de 1988. Sólo hay que recordar que el PRI envío a una candidata demasiado débil y que el anuncio de la derrota lo hizo Luis Donaldo Colosio, presidente nacional del PRI.
La victoria de BC fue el principio del fin de la república priísta. El PRD se tardó prácticamente diez años en ganar su primera plaza estatal, con el DF en 1997 porque el PRI se negó a concertacesionar Tabasco y Michoacán, a pesar de la renuncia de dos gobernadores en 1988 y 1989.
En el sexenio de Salinas 1988-1994 el PAN ganó Guanajuato por conflicto poselectoral. Y luego avanzaría en otras plazas.
Por tanto, BC representa un símbolo político porque ahí comenzó el avance electoral del PAN.
2.- Consecuencias que traería para la actual dirigencia panista, encabezada por Gustavo Madero, de una victoria del PRI.
–Por razones que el propio Madero ha establecido, su fuerza partidista dependerá de BC. Pero la debilidad panista en BC, luego de cuatro sexenios, ha quedado establecida con la alianza del PAN con el PRD y las tendencias electorales que colocan al PRI en buena posición. En este punto hay que señalar que con todas sus contradicciones y pasivos, el PRI en BC ha sido fortalecido por el actuar de Jorge Hank Rhon.
BC podría ser el punto de declinación de Madero porque a él le tocó operar la selección del candidato. De hecho, la expectativa panista en las elecciones del próximo 7 de junio se asienta sólo en la gubernatura de BC porque las demás plazas son locales y si acaso tiene interés en la votación a alcaldes en la capital de Puebla y en la capital de Oaxaca.
Por lo demás, Madero ha vinculado casi la permanencia del PAN en el Pacto Por México precisamente a la victoria del PAN en BC, pero en un escenario de que el PRI tiene posibilidades de ganar. De ahí la decisión de Madero de mantener como rehén al Pacto condicionada su presencia a la victoria del PAN. Sólo que las cosas ya no son tan fáciles, el PRI tiene capacidad de operación electoral y podría ganar la gubernatura. Y como están las cosas, ya no existen condiciones como para dejar perder una elección estatal.
En suma, Madero tendría menos posibilidades de reelegirse si el PAN pierde la gubernatura de BC.
3.- Lo que está en juego en Baja California, además de la gubernatura y puestos locales. Efecto en el Pacto por México.
–Lo único en la agenda es la presencia del PAN y del PRD en el Pacto condicionada a las elecciones en BC. Pero el PRI puede ganar sin fraude y entonces podría en un predicamento al gobierno de Peña. En 1991 Salinas tuvo que ceder al PAN la gubernatura de Guanajuato, pero no a Vicente Fox sino al interino Carlos Medina Placencia. Ahora no es tan fácil ceder gubernaturas al margen de los votos.
De ahí que se pueda suponer, en el juego político, que el PRI pueda ceder a Andrés Granier con un proceso de encarcelamiento ante la posibilidad de manipular las elecciones de BC.
El gran problema para el PAN y para el PRI es que ya no se puede decidir una elección por concertacesiones.
Por lo demás, el PAN tendrá que aceptar su derrota en BC, en caso de que pueda probar un gran fraude del PRI. Y de todos modos tendría que seguir negociando las reformas dentro del Pacto o en las comisiones legislativas.
Por eso es que en algunos sectores se cree que Madero está queriendo asustar con el petate del muerto en BC –salirse del Pacto si el PRI gana, con fraude o no– porque las bancadas panistas rebeldes podrían rebasarlo.
4.- ¿La elección corre el riesgo de terminar siendo dirimida en instancias judiciales electorales?
–Es un hecho que la elección pasará al espacio judicial, pero ahí no se ve que el PAN y el PRD tengan las suficientes pruebas. De hecho, las leyes electorales son las que se quieren reformar pero siguen vigentes. De hecho, todas las elecciones tienden a caer en instancias judiciales y todas se han resuelto con apego a la ley y al dictamen final, incluyendo la de 2012 que quiso reventar López Obrador porque el PRD finalmente aceptó los dictámenes inatacables del Tribunal.
5.- ¿Habrá concertacesión en Baja California, como en la administración del ex presidente Carlos Salinas?
–Las concertacesiones obedecieron a una lógica muy precisa: una estructura electoral controlada por el gobierno y la urgencia de Salinas de lograr el apoyo del PAN en la calificación en el Congreso de las elecciones. Las reformas electorales posteriores a 1988 terminaron con la autocalificación en el Congreso y el resultado final pasó a tribunales con magistrados. Las elecciones se ganan y se pierden en las urnas y en tribunales. Por eso lo que pide en PAN es incumplible: el PRI ni el gobierno federal pueden decidir una derrota anticipada. Y por lo que se ve, las pruebas de Madero carecen de fuerza. Y si a ello se agrega que el presidente de la república ya no controla al PRI como antes y que el PRI ha visto la posibilidad de recuperar BC como ha ocurrido con otras plazas, entonces las exigencias de Madero se ven fuera de la realidad política.
PARTIDOS ANTE REFORMA ELECTORAL
1.- Cuáles son las principales diferencias que tienen los partidos en el tema de la reforma política-electoral?
–Hay un cruce de divisiones: a nivel de partido, el PRI busca recuperar la funcionalidad de los partidos en el sistema político y su papel de definición del proyecto nacional proveniente de la olvidada Revolución Mexicana pero sobreviviente en la Constitución, y sin perder sus posiciones dominantes provenientes de la cultura política, sobre todo el principio de la mayoría sobre la minoría. El PAN se agota en el modelo de la democracia y por eso busca acotar al PRI solamente en los procesos electorales, pero haciendo hincapié sólo en los aspectos procedimentales, aquéllos que le dieron al PRI el dominio institucional; y el PRD, al provenir de ADN priísta, quiere reproducir el modelo de sociedad-partido-gobierno y enfatizar la dominación histórica, hasta hace poco con el neocardenismo y ahora sólo en el neopopulismo. Como partidos, sus propuestas de reforma política tienen que ver con sus definiciones.
A nivel de grupos, hay una reforma política de los partidos y una reforma política definida por las bancadas del PAN y del PRD en el Senado, con posibilidades de extenderse a las mismas bancadas en la Cámara de Diputados. Hay ahí dos definiciones: la de los partidos es de procedimientos, de funcionalidades y de límites al uso del PRI de recursos públicos. Es decir, se agotaría en lo electoral. En cambio, la de las bancadas en el Senado definen una reforma de régimen político, pasando del sistema presidencialista dominante al de presidencialismo parlamentario –estilo inglés del siglo XVII– con un ejecutivo fuerte, un legislativo más fuerte y un gabinete intermedio controlado por el congreso.
En suma, hay dos posibilidades: reforma de sistema o reforma de régimen, la primera impulsada por partidos y la segunda empujada por las bancadas del PRD y el PAN en el Senado.
2 ¿Cuáles serán insuperables y, por lo tanto, dejarán las cosas como ya están ahora?
–El gobierno de coalición o el gobierno de gabinete será difícil de consolidar. En todo caso, la que va a prevalecer sería la reforma de sistema impulsada en el Pacto por México, tomando algunas cosas de la iniciativa de senadores. Hay temas delicados: los gobiernos comunitarios, la segunda vuelta y la reelección de legisladores que los partidos no aceptan y que el Pacto no tomó en consideración.
3 ¿Los partidos buscan un sistema más democrático o qué persiguen con una nueva reforma político-electoral?
–La reforma de sistema dentro del Pacto privilegia la reforma para la democracia, tomando en cuenta que entienden por democracia la forma de elegir con libertad a gobernantes, sin fijarse demasiado en la estructura. De hecho, esta reforma va dirigida a acotar aún más al PRI quitándole algunos de los hilos de poder del viejo régimen autoritario que aún se conservan.
La reforma senatorial es de régimen, de poderes, de equilibrios y de nuevas instituciones.
Al final del día, las dos reformas persiguen lo mismo, una más a fondo de la otra. Pero la del Senado crearía una nueva forma de gobierno en el que el parlamento domine al ejecutivo.
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