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VILLA DE ZAACHILA, Oax. 28 de julio de 2015.- Con la danza a Pitao Ko Xub que en zapoteco significa Deidad del maíz tierno, el pueblo dio inicio a su fiesta multicolor denominada ‘Grande del Cerro en Zaachila’ (Laanii Roo Xtn Daan Zaadxil), que desde hace 53 años se celebra en la zona arqueológica del Cerrito.
Este año la deidad Pitao Ko Xub, fue representada por la señorita Zitatlly Verano Paz, quien en compañía del presidente municipal anfitrión, Sergio Raciel Vale López y su cabildo, presidieron la Guelaguetza Zaachila 2015 se informa en un comunicado.
Familias enteras acudieron a presenciar la máxima expresión cultural del estado. Lo mismo hicieron los turistas nacionales y extranjeros que se maravillaron y ovacionaron cada uno de los bailes de las 8 regiones de Oaxaca.
Respetando y preservando los usos y costumbres de los pueblos, se hizo presente en esta festividad la tradicional entrega y repartición del tepache y los tamales, ofrendas que fueron otorgadas por el Agente de Bienes Comunales de Santa María Zaachila al presidente municipal.
En esta fiesta, también se contó con la participación de las Chinas Zaachileñas, mujeres provenientes de la delegación del Barrio del Niño de esta población, quienes con sus canastas llenas de flores y faldas multicolores contagiaron de alegría y color a los presentes al ejecutar el tradicional Jarabe del Valle, mismo que se hace presente en fiestas y mayordomías de esta región.
Asimismo, la región de la Cañada maravilló al público. Hombres y mujeres provenientes de la tierra de la gran sacerdotisa María Sabina, ejecutaron los sones mazatecos como Flor de naranjo, Flor de piña, Anillo de compromiso y La tortolita.
Los jamás conquistados de Santa María Tlahuitoltepec, representados por el Barrio de San José, dieron muestra de su gran nobleza al compartir sus cantos, música y bailes en esta fiesta de hermandad.
Las delegaciones de Tlaxiaco y Huajuapan de León con su insuperable Jarabe Mixteco, unieron en un mismo ritmo los sombreros y rebosos de los presentes, quienes con éste último, rindieron un homenaje al centenario de esta entrañable melodía escrita y compuesta por el oaxaqueño José López Alavés, la Canción Mixteca.
La algarabía llegó a Zaachila con las chilenas de Sola de Vega, que con su Jarabe de la Rosa, sus chilenas como Sola de Vega y juegos pirotécnicos robaron chiflidos, gritos y aplausos a los presentes.
Putla Villa de Guerrero mostró su Carnaval Putleco, sus tiliches y mujeres hermosas dieron muestra de la gran algarabía con la que festejan en esta población de la Costa oaxaqueña.
Santiago Jamiltepec y Pinotepa Nacional con sus hombres picarescos y mujeres hermosas dieron muestra de cómo se viven las tradiciones en sus poblaciones al ritmo de sus chilenas y la picardía de sus versos.
Ataviadas con sus trajes de terciopelo con flores bordadas en tonos multicolores, coronadas por sus guías de flores y engalanadas con sus centenarios de oro, las mujeres istmeñas deleitaron a las y los asistentes con sus sones istmeños. La Llorona y la Sandunga también llegaron al Cerrito de Zaachila.
Con sus versos, machete en mano y un zarape en hombro, los hombres de Ejutla de Crespo acompañaron a las bellas mujeres que portaban sus faldas multicolores.
No podría faltar la Danza de los Zancudos de Zaachila, en la cual las personas calzando grandes zancos dieron muestra de su pericia al no caer al suelo mientras ejecutaban el Jarabe del Valle y el tradicional Danzón Nereidas, pieza musical que fuera compuesta por el zaachileño, Amador Pérez Torres Dimas.
El Jarabe Zaachileño hizo vibrar y bailar a propios y extraños, mismo que representó el festejo de una fiesta religiosa en la que se llevó a cabo la quema de figuras en forma de guajolotes al compás del Jarabe del Valle, y en que la autoridad municipal participó en compañía de su distinguida esposa.
El hombre de Zaachila con sus penachos de plumas multicolores, flecos de telas religiosas, macana de ocote y sonaja de hojalata llegó a ofrecer su danza, la cual «retrata un pasado de Hernán Cortés y Moctezuma”. Zaachila cuna de la Danza de la Pluma, cumplió con Oaxaca y con sus raíces, al celebrar su Fiesta Grande del Cerro.
Para cerrar con broche de oro, la región de la Cuenca del Papaloapan se hizo presente. La tierra de mujeres hermosas cumplió en el Laanii Roo Xten Daan Zaadxil; quienes con su porte señorial hicieron su entrada triunfal al son de la chinanteca, para después robar la admiración del público al ejecutar la Flor de Piña.
En el marco de esta fiesta, Sergio Vale López entregó un reconocimiento a su paisano el cineasta, Rigoberto Perezcano, quien agradeció dicha distinción. “Me siento muy contento de estar en mi pueblo y quiero decirles que no soy ni quiero ser un profeta en mi tierra, pues solo pretendo ser un referente para los jóvenes y compartirles el mensaje de que solo trabajando se pueden hacer grandes cosas”, enfatizó el ganador del Ariel por la cinta Carmín Tropical.