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JUCHITÁN, Oax. 23 de marzo de 2016.- Los zapotecas de Juchitán de Zaragoza celebran el Miércoles Santo de una forma singular. Visitan las tumbas de sus fieles difuntos, en el panteón ubicado en la octava sección Cheguigo.
Tomás Chiñas Santiago, representante de la organización cultural ‘Tona Taati’ señaló que la conmemoración de la Cuaresma o Nabaana –como se conoce en zapoteco-, se realiza en diversas capillas católicas con procesiones, misas, viacrucis, entre otros actos litúrgicos.
En esta ciudad zapoteca, como si fuera la misma celebración del Domingo de Ramos, en el panteón que se llama ‘Miércoles Santo’, desde temprana hora de este miércoles cientos de familias acuden al arreglo de las tumbas de sus parientes fallecidos y durante el día, conviven en torno a la sepultura.
Las familias católicas juchitecas visitan los sepulcros de sus seres queridos para convivir con su espíritu, con la misma fe que lo hacen otros pueblos de México en la temporada de Todosantos, indicó Tomás Chiñas.
Durante los días previos, las familias católicas zapotecas acondicionan las sepulturas y desde la madrugada visitan las tumbas para depositar sus ofrendas y por la tarde se dan cita para compartir con sus familiares fallecidos esta celebración con música de viento y de cuerda, hasta muy noche.
“Es un día de sentimientos encontrados, lo mismo se canta o se llora -de alegría o de tristeza- pero se consuelan ante la esperanza del gran reencuentro en la eternidad“, dijo el promotor cultural.
En este día, la sociedad congregada consume una rica gastronomía istmeña, destacando tamales de iguana o guetaguu guchaachi dxiita, dulces típicos, el bupu -bebida regional espumosa conocida como bebida de los dioses-, las garnachas, los panes llamados regañadas, entre otros.
Esta singular tradición sigue viva y con este festejo en plena Semana Mayor, los habitantes le rinden tributo a sus muertos.