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México no se arrodilla ante EU, ya está postrado ante el narco
Oaxaca, Oax. 23 de julio 2012 (Quadratín).-
Uno
En estos días del espectáculo y del show bussines que recorre montes y valles, serranías y mares del territorio estatal, recibo con agrado la invitación vía Faceboock para la presentación de una antología de poemas: Desde el fondo de la tierra, poetas jóvenes de Oaxaca.
La invitación me la hizo llegar uno de mis amigos virtuales, sábado 21 de julio, casa de la Cultura de Juchitán, con los que tanto se relacionan nuestras horas por estas fechas. El ejemplar del libro, Praxis 2012, me lo entregó un amigo real, con pasado y presente, futuro, tan escasos por este tiempo.
Publicar un objeto llamado libro cuando campean las nuevas plataformas de la comunicación, donde ya algunos poetas reconsideran lo literario en las redes sociales, es un logro que se distingue en medio de la cultura de masas.
En el prólogo a la primera edición de esta antología de poesía Carlos López, editor con amplia experiencia, anticipa: T.S. Eliot no hay arte más obstinadamente nacional que la poesía.
Y al revisar el material de los 22 participantes, una cifra considerable para este momento de enajenación y olvido, de existir en un presente perpetuo donde lo que importa es el ahora introducido con calzador por el individuo a un cosmopolitismo trasnochado, el lector cae en la cuenta que se trata de poemas de diversidad, búsqueda, modernidad, eclecticismo.
Sobresale la participación de siete voces femeninas, que testimonian con sus poemas una visión propia del mundo. En mis tiempos ninguna editorial comercial se interesaba por la obra de poetas de provincia. Menos por incluir las voces femeninas, que no figuraban en la geografía literaria de nuestra nación. Poesía de mujeres jóvenes era una mala fórmula para el negocio editorial.
Asienta el coordinador y prologuista de la antología, Carlos López: Predominan en el libro lo antisolemne, la necesidad de juego y una cultura de lo inmediato. No hay mitos que hagan eco o asomen entre los versos, hay, más bien, modernidad resonancias de las vanguardias literarias, no hay papel en blanco, sino pantalla blanca, es decir, un entorno permeado por las computadoras, los televisores, la pornografía.
Agrega López: Esta no es una poesía del sentimentalismo, sino más bien del desencanto, la duda y el desprejuicio, con un tono de mofa.
El ojo crítico de López distingue con precisión un elemento creativo en las nuevas generaciones de poetas oaxaqueños: el desprejuicio y el tono de mofa. Porque, la verdad sea dicha, si revisamos las antologías que se publicaron en el siglo pasado, y no digamos desde la época de la Colonia, todas ellas estás cargadas de poemas solemnes, prejuiciosos y el tono de la lírica está cargado de lo dramático.
Asienta Carlos López: Además de los temas siempre latentes en la poesía universal, como el amor, el origen, el erotismo o la muerte, aquí encontramos mucho de la vida diaria, momentos sin idealización, observación del mundo, un tono que testimonia lo más próximo y se burla, desencanta o acaso reclama.
Y sentencia: Podemos tomar el pulso de nuestro tiempo leyendo a los poetas, así sondeamos la temperatura| del mundo en su raíz más íntima.
Dos
En Oaxaca la literatura cobra cada año más fuerza, más presencia, por los distritos y los municipios, en esta ciudad capital. Segunda: los jóvenes que están haciendo esa literatura se encuentran en la búsqueda de su estilo, su voz literaria, aquella expresión que los distinga y singularice, como un buen vino.
Hace algunos 20 años existían en municipios y ciudad capital médicos que escribían cuentos, profesores que hacían la monografía del pueblo donde les tocó trabajar; burócratas que de vez en vez hacían poemas de amor porque los dejó su amante o de muerte si se les moría el perro o la abuelita.
No critico eso, en ningún momento. Si la literatura pertenece a una tradición, esos escritores de medio tiempo son nuestro origen, el lugar desde donde partimos; así: a medias y con una actitud vergonzante, que mejor quisiéramos esconder. De esos escritores venimos.
De un tiempo a la fecha aparecieron por todo el territorio jóvenes que se aventuraron a dedicar su vida a la escritura. Incursionaron en un primer momento en el periodismo y luego abandonaron esas filas para integrarse a las letras. Como dijo nuestro Andrés Henestrosa: Voy a salir de mi pueblo para morirme de hambre en la ciudad, ¿a ver qué pasa?.
A lo Hemingway o la lo Pérez Reverte, pero sin cubrir guerras o conflictos fratricidas, sólo reporteros del hambre en calles sin nombre y sin destino.
Por aquellos años no existían los llamados talleres literarios y si uno quería llegar a la redacción de su periódico a escribir una nota de las llamadas por los licenciados en ciencias y técnicas de la comunicación de color, simplemente se reían los compañeros tunde máquinas del iluso. Así estaba esta Oaxaca nuestra, descalza.
Aparecieron otros medios, otras plataformas de comunicación, y se otorgó espacio a otras maneras de hacer periodismo. Y llegaron las generaciones de jóvenes que quieren entregar su vida a las letras sin pasar por el periodismo ni nada de esas cosas. Jóvenes universitarios, así que ya no quieren ser maestros o licenciados o médicos que se ganan la vida con otro oficio y dedican sus horas de asueto a las letras. Son jóvenes que quieren escribir y van a la universidad y creen que lo saben todo.
Así nos encontramos por estos días con las nuevas generaciones que quieren publicar su primer libro de poemas, su primer libro de relatos o la primera novela. Nacieron editoriales literarias en tiempos de penurias con perspectivas de crecimiento. Lo que es más: las nuevas plataformas tecnológicas de la comunicación ya hacen posible tener publicado un libro en línea, los llamados e-boock.
Tres
La poesía no admite deshonestidad y por eso podemos confiar en ellas, dice el antólogo Carlos López. Agrega: La poesía enlaza diversas voces y escribe y reescribe un poema infinito, poliédrico, inatrapable, inclasificable.