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De la misma manada
Oaxaca, Oax. 24 de junio de 2013 (Quadratín).- ___ ¿Sabes leer./___ Claro que sí Elías Canetti, Auto de fe.- La verdad es que nadie se acuerda ya de Cinco Changos. Pero la verdad es que fue apenas al inicio de este semestre escolar que ahora termina cuando la avenida se llenaba de autos y de sonrisas. Cuando cientos de jóvenes, miles, hacían su camino de ida y vuelta a la Ciudad Universitaria por esta avenida. No estoy hablando del año pasado, del 2012, cuando entró en servicio el paso elevado (esa obra vial que nos vendió la gente del gobierno como emblema de la modernidad de la ciudad, una urbe moderna y llena de progreso: ___ Sí, con sus dos mil coches entrampados abajo y 12 arriba. Muy ciudad.). Digo que en este final de semestre universitario nos volvió a vender, la misma gente del gobierno, la imagen de la obra pública como sinónimo de más progreso en circulando libre en nuestras calles. Como dos mil carros atorados abajo y 13 arriba, para este año para este año 2013. El cuento fue el mismo. Tanto, y tan grande el embotellamiento vehicular que algunos padres de familia mejor se animaron a enviar a sus hijos a realizar los estudios universitarios en una ciudad de verdad donde existiera orden en el tránsito de vehículos y personas y el paso de la modernidad. Como lo hicieron otros viejos, en un tiempo pasado, con sus hijos universitarios de aquel entonces. Cuando los jóvenes soñaban con calles repletas de palacios y bellas artes, un trolebús de 90 centavos el pasaje y un tren subterráneo todo pintado de anaranjado fugaz. Y he aquí que en tiempos de la democracia y la transparencia, de la modernidad y el progreso, manda el gobierno estrujar la vida diaria de todos con sus inversiones de futuro y ordena parar el tránsito en las calles. Y uno se queda parado a plena luz de la mañana sin la avenida de Cinco Changos. Y con un sentimiento de culpa por habitar una ciudad moderna en construcción que tanto y tanto nos duele. Y la verdad es esta. Ya nadie se acuerda de Cinco Changos. Y entonces, al respirar este olvido, somos un poquito menos todos nosotros. Sí, ya nadie recuerda Cinco Changos.
Foto: Archivo