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Xochitlalyocan, jardín que resguarda la memoria verde de México
**Felicidades del equipo Quadratín por un éxito más César, vendrán muchos más**
Oaxaca, Oax. 8 de abril de 2013 (Quadratín).- Ella me preguntó poco afligida, ¿nos bebemos la sangre? Azul y blanco, los colores del misterio. El camión del servicio urbano. Ella sentada a mi lado en este viaje por la ciudad de migrantes.
Y allá afuera, tras la ventanilla, los muros empañados de pintas callejeras, consignas contra políticos, curas, militares.
La pregunta de ella flota en el aire, en el ambiente saturado de sol dispuesto a rendirse al aguacero de abril. Ella, puesta en ese asiento de camión de la ruta mediodía. Migrantes. La de todos los días. Calles que a partir de ahora llevan el color de su blusa con gran escote, magenta. Ese color que cubre el pudor de la derrota de los enamorados.
¿Y si bebemos nuestra sangre?, volvió a preguntar sin despegar mucho los labios. Así, como hablan las mujeres de esta parte del país. Y levantó su estatura desde sus largos cabellos. (Crines y viento//caballos al galope//tiempo de aguas.)