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De la misma manada
Oaxaca, Oax. 05 de abril de 2013 (Quadratín).- Como si fuera cosa de políticos. Asuntos de la política. Una mañana amaneció el pueblo lleno de pasquines. En el poste del teléfono, en los muros de la casa que forma la esquina de los borrachos, en el portón de una cantina. La primera en leer las letras del incendio fue una adolescente, camino de la escuela. Al detenerse y mirar el escrito sus cabello mojados de alba y regadera humedecieron la blusa blanca. Luego pasó un hombre viejo, sus ojos cansados de campañas políticas se iluminaron al leer el papel humedecido de algodón. Para más tarde, cuando todos lo habían visto y las mujeres salieron a comprar desayuno en el mercado del barrio sólo faltaba que aquel mensaje se transmitiera por el aparato de sonido de Panga. Algunos dicen recordar que el escrito del escándalo estaba escrito en un papel amarillo. Otros afirman que era una hoja tricolor. Como esa propaganda de las facciones políticas, verdes, rojos, amarillos. A nadie importa ya; otros aseguran que las letras las hicieron con tinta azul. Total, nadie logra ponerse de acuerdo. Como asunto de la política, de los políticos. Al llegar el mediodía de la fecha anunciada la gente esperaba ver pasar por la calle al grupo de borrachos ambulantes cargados de cervezas y putas. Así, con la cara levantado, como quien asiste al funeral de su madre. Sin ´pudor. El rebeldía con Dios, la familia, la escuela, el gobierno. Así, como anuncia los políticos sus intenciones, sin pudor. Casi perros que se aparean en la calle. En el anuncio estaba escrito: Atención mucha atención. Atenta invitación. Se invita a comadres, compadres, parientes, vecinos, amigos y público en general a la magna peda que se ofrece para celebrar el cumpleaños de Pepe, el Señor de todos los Mares y todos los árboles. El cortejo alcohólico partirá con chelas y putas del Cali a las cantinas de Lieza y Tagolaba. Hasta que el cuerpo aguante. En los días del anonimato y de lo políticamente correcto; de las causas nobles y los abajo firmantes aquel anónimo pegado en las paredes anunciaba la gran borrachera. La última línea venía escrita sin el menor recato: Hombres, asistir de sombrero. Putas, riguroso vestido de noche.
Foto: Archivo