Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
OAXACA, Oax. 16 de septiembre de 2013 (Quadratín).- El olor del tabaco se extiende con su red de ausencias, sucio. Los borrachos de mezcal levantan su más airada protesta por el comercio basado en castas precolombinas, inhumano. La ciudad arde por los altos precios del trago de mezcal. Una multitud de ebrios toman las avenidas de la madrugada con una sola consigna, abajo el mezcalier. Mujeres y hombres avivan de consignas las marchas vindicatorias. Nunca como ahora las clases populares organizadas toman las calles. Arde lento el fuego de la protesta, de la inconformidad. Más allá de sindicatos, partidos políticos, ideologías. Los ebrios se organizan cuando sienten que las clases dominantes, la burguesía, esa iniciativa privada les pega donde más les duele, el precio del trago en las calles. Tanta solidaridad humana marchando por las calles hace revivir los tiempos de la esperanza que prevaleció al inicio de la segunda mitad del siglo pasado, cuando todos los sueños del hombre cabían en la palabra progreso.