
Ventura López, el maestro que hacía llover libros en Oaxaca
Oaxaca, Oax. 21 de agosto de 2013 (Quadratín).- En la madrugada de timbales y tinieblas, rumba, carreras en el alma, una casa antigua de la de la ciudad me otorga la calma que busco y no la encuentro, Matria. El patio de la casa ampara trebejos y plantas, flores. Ahí crecen sin medida los portales de otros territorios de la belleza se desbordan. Albahaca, verde sobre lino, el bordado. Hormigas. Magenta solferino. Un jardín en medio de la ciudad, la prisa de la madrugada, el retumbar de timbaleros encuentra acomodo. Se dispone a fumar su cigarrito.. El verde en infusión. Una mujer, Patricia Tovar, borda, marca el rumbo de la planta que cura. Punta de espina, herbarios medicinales en esta urbanidad que nos arrastra, que todo lo puede contra el cuerpo. Imagen que cura. Al aire se asolean las servilletas bordadas, fin de semana.. Dispuestas para la mano del hombre, la mujer, que marcha alegre por sus tortillas la conduzca por la calle iluminada, la luzca ante sus vecinos. Planta que arregla la existencia del hombre. Manzanilla, buda, alcachofa, cola de caballo. Albahaca. Chepiche, Patricia Tovar, 12. Mirto Rojo. Sábado, 20/julio,/013, 02:21 PM.
Foto: Archivo