César Rito Salinas / Escafandra / Sebastiana

OAXACA, Oax. 14 de octubre de 2013 (Quadratín).- La carretera es larga y va sola. El canto de las cigarras lo puebla todo, viento, árboles, la esperanza. La joven mujer carga en el hombro izquierdo su maleta de ropa, tres blusas, dos pantalones de mezclilla, unas zapatillas rojas. En el pecho lleva un suspiro. El pueblo que abandona se queda con sus padres, las cabras, la mula necia. Parte a la ciudad a ganar algún dinero como empleada doméstica. Camina bajo el sol, la maleta al hombro, todos los sueños del mundo atados a su cintura. En la distancia aparece la sombra de la parada del camión que hace el camino dos veces al día. La mujer toma la sombra que le ofrece en el camino la parada del autobús. Los cabellos de la mujer y su sombra se revuelen en la tierra caliente del camino. La mujer arregla con las manos su ropa, la falda larga, la blusa anaranjada. Alisa sus ideas, los propósitos del viaje. En el camino, a lo lejos, mira crecer la sombra desconocida del hombre que avanza con pasos seguros.