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Reforma de maíz transgénico: ¿camino a soberanía alimentaria de México?
Oaxaca, Oax. 19 de junio de 2013 (Quadratín).- Una rata se apoya en la pared y ondea al aire de la madrugada su capa de la Mujer Maravilla. La rata es roja con ojos de un azul intenso de la bandera de otro país. Un gato sube la escalera como un murciélago disfrazado de hombre. La escalera conduce al cielo. El celo. Por la escalera trepan monjas con hábitos etéreos, niñas en columpio confundidas entre una fauna caliente que encabeza una princesa con anteojos. Por ahí trepan los cabellos de tentación de la bella María, la sonrisa firme de sus senos. Los jóvenes de mi ciudad pretenden enamorar a la luna en la madrugada. Llevan el alma repleta obsesiones de comic. Aman ese mundo travestido, violento, singular que pasa ante nuestra mirada en cámara lenta. Le pintan a la luna sus versos de amor con botes de aerosol, satisfechos de sopa Maruchan mientras los observan deambular trepar las bardas unos caballeros que andan por la calle con la mano en la cremallera. El viento fresco de la madrugada propicia amores contrariados. Mujeres y hombres jóvenes trepan la escalera con sigilo buscando una gatita, escalón por escalón. Así, para que la mirada de la policía municipal no los atrape.