Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
A los trabajadores de la educación
Al pueblo de México
¡Hermanas, hermanos, camaradas!
Oaxaca, Oax., 24 de mayo 2011
Desde finales de la década del 70 del siglo pasado los trabajadores de la educación han persistido en la lucha por sus reivindicaciones laborales inmediatas y mediatas. La exigencia del cumplimiento del derecho constitucional a la educación para el pueblo, mayor presupuesto a la educación pública son demandas que han unificado la lucha de este gremio con las demandas más sentidas del pueblo. De esta manera la lucha del magisterio democrático no se puede concebir fuera o al margen de las luchas campesinas, obreras, estudiantiles, de colonos y demás sectores populares.
El hecho de romper con el corporativismo sindical que somete política, ideológica y administrativamente a los trabajadores de la educación, significó desde un inicio una lucha de carácter político por el enfrentamiento frontal contra el Estado mexicano, porque el charrismo sindical es un instrumento de opresión y represión creado por el priismo ex profeso para mantener la defensa de los intereses de quienes detentan el poder, instrumento de dominación que hoy los panistas utilizan pragmáticamente al legitimar por la vía de los hechos los procedimientos mafiosos de los líderes charros encabezados por Elba Esther Gordillo, la multiasesina de profesores democráticos, entre ellos Misael Núñez Acosta.
Entendemos que este es uno de los factores por los cuales no se ha podido avanzar en la democratización del SNTE, porque el charrismo sindical como estructura de gobierno en el sindicato cuenta con todos los medios y recursos para mantener el control gubernamental de los trabajadores de la educación. Quienes pasan a conformar los cuadros operativos de las cúpulas charras son premiados con cuotas de poder dentro del gremio, la estructura administrativa del sistema educativo y el aparato legislativo, haciendo de esta práctica una vida parasitaria porque más que el interés por la defensa de la educación para el pueblo lo que los mueve son sus intereses que garanticen su bienestar burgués.
El sistema educativo neoliberal impulsado desde Miguel de la Madrid con la descentralización educativa continúa con Salinas de Gortari al imponer a Gordillo; sistema fortalecido al hacer alianza entre panistas y la dirigencia del SNTE, presentando como su máximo logro la carrera magisterial y la educación de calidad, pero ambos han sido un fracaso, sólo han servido para sangrar al erario público por el ominoso y ofensivo derroche de recursos sin obtener los logros mediáticamente publicitados, porque la carrera magisterial es un barril sin fondo que en los años de existencia ha consumido más de 75 mil millones de pesos y los usos y costumbres de los líderes venales, como la venta de plazas y la manipulación del escalafón son tan descarados que sólo el 10% de las plazas son sometidas a concurso, el resto (90%) son por asignación según la afinidad política dictada desde los diferentes niveles de gobierno y la dirigencia charra. Respecto a la calidad de educación, ésta no existe, es una farsa y tan vacía como su famoso programa televisivo todo mundo cree que sabe más que un niño de primaria, el sistema educativo está diseñado para formar un sujeto acrítico, mediocre, enajenado, resumiendo en un sujeto cretino.
El panismo se está tragando sus propios dichos demagógicos que criticaban el corporativismo priista, sin embargo, estas estructuras antidemocráticas y represivas han significado para los panistas, y en específico para Calderón, pactos de legitimación e impunidad mutua para imponer un estado policíaco militar; ayer para los panistas Gordillo era antidemocrática y represora, pero hoy que está bajo su férula es una distinguida líder sindical, con la cual se puede llegar a acuerdos inconfesables que le sirven para apuntalar tanto al gobierno antipopular como al charrismo como estructura antidemocrática y represiva.
En lo individual los profesores consecuentes con su profesión y las ideas libertarias son adoptados de manera natural por el pueblo; en lo colectivo los maestros democráticos organizados de manera independiente al enarbolar demandas populares desarrollan en los hechos una lucha de resistencia popular desde el momento que se solidarizan con las diferentes luchas del pueblo, convirtiéndose en parte activa de ellas.
El panismo desde que llegó a los Pinos ha sostenido mediáticamente la falacia de que con el simple hecho de mejorar la educación el país se transformará y por consecuencia los ciudadanos tendrán mejores oportunidades y niveles de vida. Nada más falso porque mientras existan profundas e insalvables desigualdades económicas y sociales no se puede hablar siquiera de mejorar la educación porque ésta en el régimen neoliberal que priva en el país es elitista en forma y esencia, además, quienes reciben esta educación -la inmensa mayoría- pasa a ser fuerza de trabajo calificada y semicalificada para seguir reproduciendo las relaciones de producción capitalista, a la par que a una minoría de privilegiados se le forma para que suplan a los actuales gobernantes y empresarios, es decir, los futuros opresores y explotadores.
La existencia de millones de jóvenes a quienes se les niega sistemáticamente la posibilidad de estudiar y tener una fuente de trabajo estable y bien remunerada, que peyorativamente desde el poder les llaman ninis, sólo refleja la posición clasista de negar la educación a los hijos del pueblo como un derecho; en ese mismo sentido, de manera perversa escamotea el derecho al trabajo digno y remunerable, para ofertar al pueblo sólo subempleo, contratos temporales y desempleo para malbaratar la mano de obra al incrementar el ejército de parados ante la incapacidad de reactivar la economía sin dependencias externas.
No se trata de generar más oportunidades para los jóvenes o para el pueblo, sino de hacer valer los derechos legítimos a la educación, a la salud, al trabajo digno, a la vivienda, a la recreación, a la cultura y esos derechos no son ni concesiones, ni apoyos gubernamentales, constituyen derechos del pueblo que se deben exigir.
Las declaraciones alarmantes que hacen funcionarios y medios masivos de comunicación del involucramiento de jóvenes y niños en actividades delictivas no es un fenómeno de hoy, siempre ha existo y es producto directo de la descomposición del sistema, concretamente es el resultado directo del fracaso del sistema económico y educativo mexicano, más no como se pretende estigmatizar al joven que por ser de origen humilde, de barrio popular o de madre soltera como potencial o presunto delincuente.
Si hoy este fenómeno ha crecido más y se hace más visible no es producto como dicen los intelectuales orgánicos del sistema, los inquisidores panistas, o las mentes conservadoras que le atribuyen un origen a la falta de valores y principios en el seno familiar. Pero cuál familia si con sus políticas neoliberales la desintegran en todos lugares al grado de desterrar de su lugar de origen a millones de jóvenes; cuál educación, si la privatización de ésta es el eje principal de este gobierno antipopular; cuáles valores morales, si lo que se promueve en los medios de comunicación y en todas las estructuras del sistema es la exaltación de la violencia institucionalizada; cuál formación, si lo que se pretende es difundir los dogmas religiosos y conservadores que por esencia son anticientíficos y retrógrados.
La violencia que vive el país no tiene un origen moral, tampoco son opciones en la vida que se tomen por tener o no tener vocación o gusto alguno, es ante todo un problema de origen económico que repercute ampliamente en la sociedad. Al manejarlo de esta manera el Estado mexicano pretende manipular los orígenes y sus consecuencias para eludir su responsabilidad. Sólo un ignorante puede negar la objetividad de que la pobreza genera violencia en sí misma, porque la pobreza es en sí violencia gubernamental, violencia económica de los oligarcas. Violencia social es también negar al pueblo educación, trabajo, vivienda, salud y recreación.
Violencia también es imponer desde los medios de comunicación y el aparato educativo nacional la corrupción material y moral como una forma de vivir, hacer fortuna y trayectoria personal. Desde los monopolios de la comunicación se rinde culto a la violencia institucionalizada con programas que enaltecen el papel de cuerpos represivos con la finalidad de que el pueblo los acepte como sus defensores y nuevos héroes cuando en verdad son los verdugos del pueblo, los villanos que día a día desangran al país, torturan, asesinan y desaparecen a miles de ciudadanos. ¿A estos valores culturales y educativos se referirán los hombres del sistema?
¡Hermanas, hermanos y camaradas!, compas profes, trabajadores de la educación, magisterio democrático:
El movilizarse en mayo constituye no sólo una tradición sino una necesidad histórica de lucha del magisterio democrático, es parte de la resistencia popular, porque la movilización y estructuración de la lucha del movimiento democrático sirve para desenmascarar la farsa gubernamental de que el magisterio estaba plegado al Estado mexicano vía el PRI. Nunca ha sido ésta la realidad, en el magisterio hay una larga trayectoria de lucha desde finales de los cincuenta del siglo pasado. Tradición de lucha que se sigue manteniendo por nuevas generaciones con demandas que van más allá de las gremiales.
La lucha magisterial independiente debe continuar, persistir y consolidarse a pesar de la satanización que el gobierno antipopular y la mayoría de los medios de comunicación hacen de nuestras luchas al fincarnos motivos, situaciones y conductas que no corresponden al luchador social como: el movilizarse para faltar al trabajo, la falta de preparación, que la lucha de los profesores democráticos persigue fines personales y atenta contra la educación de los niños, que los que participamos en las luchas populares es porque es producto de un desequilibrio y resentimiento social
nada más absurdo y perverso este tipo de aseveraciones, la lucha magisterial es una lucha del pueblo, sus demandas gremiales son legítimas y tienen una base material, como sucede lo mismo con el resto del pueblo trabajador, esas bases son la opresión política y la explotación económica, pues un niño con hambre y desnutrido difícilmente tendrá un rendimiento y aprovechamiento escolar medianamente aceptable.
La lucha de los maestros democráticos necesariamente tiene que ir acompañada de la construcción de un verdadero proyecto educativo alternativo que coadyuve a la liberación total de nuestro pueblo de la explotación y la opresión; lo que demanda la actual etapa de lucha es una propuesta de pedagogía para y en la revolución que forme mujeres y hombres con una conciencia social crítica, que construya al sujeto que sea parte activa de la transformación social, que lo libera de la enajenación a la cual es sometido para que deje de trabajar y vivir sólo para el consumo y deje ser objeto de explotación. Proyecto alternativo que tendrá que surgir de la propia experiencia de las luchas de nuestro pueblo, de los que construyen organización entre los oprimidos. Obviamente un proyecto de esta naturaleza nunca saldrá de los recintos gubernamentales, ni de las oficinas del SNTE y del charrismo.
Las jornadas de lucha presentes y venideras a nuestro juicio consideramos que deben ser asumidas y emprendidas con nuevas tácticas de lucha, vinculadas orgánicamente a los distintos sectores populares e impulsando todas las formas de lucha y la unidad popular.
Un paso para arribar a la coordinación del movimiento popular y a la unidad del pueblo es empezar por enarbolar todas las demandas económicas, políticas y sociales de los diferentes sectores en lucha, entre ellas la condena a la militarización del país, contra la pretensión de instalar constitucionalmente un Estado policíaco-militar, contra el genocidio que está significando la guerra de Calderón contra el pueblo.
En estos tiempos de represión enmascarada contra el pueblo en la guerra contra la delincuencia es necesario unificar en un solo programa de lucha y pliego petitorio la libertad de todos los presos políticos y de conciencia del país.
En esta administración de Calderón que ha hecho de los crímenes de lesa humanidad una práctica recurrente y común del ejército federal, de las distintas policías y sus paramilitares construyamos la alianza nacional del movimiento popular para exigir la presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos del pasado y el presente, ya sea por motivos políticos o sociales; exijamos juntos juicio y castigo a los responsables intelectuales y materiales de estos crímenes de Estado; pongámosle nombre y apellido a cada uno de los detenidos-desaparecidos, mostremos los rostros de nuestros desaparecidos al mundo entero para que se sepa la verdad histórica de los gobiernos priistas y panistas que protegen criminales de Estado.
De manera concreta, solicitamos que incluyan en sus demandas y en sus pliegos petitorios la demanda de presentación con vida de nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, que este 25 de mayo cumplen cuatro años de haber sido detenidos-desaparecidos en la Ciudad de Oaxaca.
Nos solidarizamos con ustedes, porque lamentablemente su sector también es víctima de estos abominables crímenes de lesa humanidad, exigimos desde esta trinchera la presentación con vida de los diferentes profesores que están en calidad de detenidos-desaparecidos en las diferentes secciones sindicales, como es el caso del profesor Carlos René Román Salazar de la sección 22, detenido-desaparecido desde el 14 de marzo de 2011.
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡A exigir la libertad de todos los presos políticos y de conciencia del país!
¡Por la presentación de todos los detenidos desaparecidos!
¡Por la revolución socialista!
¡Vencer o morir!
¡Por nuestros camaradas proletarios!
¡Resueltos a vencer!
¡Con la guerra popular!
¡El EPR triunfara!
Comité central del partido democrático popular revolucionario PDPR
Comandancia general del ejército popular revolucionario CG-EPR