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Oaxaca, Oax., 11 de noviembre de 2011 (Quadratín).- El conflicto limítrofe y agrario de los pueblos zoques de los Chimalapas en Oaxaca, con comunidades vecinas de Chiapas, exigía la atención urgente de ambos gobiernos estatales y el gobierno federal, para construir una solución pacífica, civilizada y apegada al Estado de Derecho, expresó el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXI Legislatura estatal, Martín Vásquez.
Entrevistado luego de participar en la Instalación de la Comisión Ejecutiva para la Atención de los Chimalapas encabezada por el antropólogo social, Jaime Riva Palacios, el legislador oaxaqueño celebró la disposición de todos los involucrados para resolver este ancestral conflicto.
Bienvenida esta comisión porque queda de manifiesto el interés del estado y la federación para que, por la vía del diálogo, la razón y el derecho, se cierre cualquier posibilidad de polarización del conflicto y derramamiento de sangre, pues la violencia sólo agudizaría los problemas.
A nosotros nos da gusto, como órgano plural del Congreso, ser parte de este esfuerzo de conciliación a favor de los pueblos chimalapas y nuestros vecinos del sur, por ello, en Sesión de la Comisión Permanente del Congreso local se aprobó la instalación de esta comisión que vigilará y dará seguimiento a las acciones que emprendan los gobiernos estatal y federal y las comunidades involucradas.
Es tiempo, dijo, de construir una solución sustentada, definitiva, no una salida emergente para salir simplemente al paso del enfrentamiento que viven hoy pueblos hermanos, lastimados por la desatención oficial, el olvido y la pobreza extrema, una situación aprovechada por grupos económicos que explotan irracional e ilegalmente la principal riqueza de la zona, sus bosques.
Es hora de que el gobierno federal, a través de la SRA y la SEMARNAT, dé una respuesta al reclamo de seguridad en la tenencia de la tierra y de preservación de la riqueza forestal, ante la depredación que sufre la selva oaxaqueña sin que se ponga ningún freno a los talamontes.
Los pueblos zoques tienen títulos que los respaldan, dijo, pues desde 1850 los derechos de propiedad otorgados por la Corona Española fueron reconocidos por el Gobierno Independiente y el 10 de marzo de 1967 Gustavo Díaz Ordaz les otorgó la Resolución Presidencial que les dotó de casi 600 mil hectáreas entre ambas localidades.
Recordó que, con base en esos títulos, ya antes hubo intentos por parte de los pueblos zoques por detener la explotación de la selva.
Hoy el esfuerzo tiene que ser institucional y construir una solución definitiva para no dejar un conflicto tan grave a los enconos alimentados por décadas de desencuentros entre pueblos hermanos y a la voracidad de grupos privados ajenos a la zona.
Es responsabilidad compartida de las instituciones, de orden estatal y federal, encontrar una solución pacífica al conflicto de los chimalapas. Hoy se ha dado un importante paso en ese sentido, concluyó el líder del Congreso local.