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TCL-aranceles con narco: CSP la toma o la derrama
Oaxaca, Oax. 13 de mayo 2012 (Quadratín).- Para comprender la importancia que tiene la asamblea en los municipios de usos y costumbres de Oaxaca, no hay mejor escenario que observar, detenidamente, los hechos que se efectúan alrededor de su función y atribución política más importante, que es el nombramiento del cabildo.
La primera y primordial atribución de la asamblea es el reconocimiento de ciudadanía en el municipio, lo cual se refiere a una dimensión territorial y una dimensión de género.
Lo territorial se refiere a los centros de población que existen en un municipio, que son, generalmente, la cabecera, sede del poder político-administrativo reconocido por el estado central (de nivel estatal y federal), y las agencias y rancherías, que, con pocas o muchas excepciones, son poblaciones de tamaño más reducido que la cabecera, y que, en teoría, dependen administrativamente de la cabecera para llevar a cabo sus funciones de administración, vida política y regulación territorial. Y decimos que esa dependencia político-administrativa funciona más en teoría que en la práctica, porque, en los hechos, las agencias y rancherías tienen toda la autonomía que, históricamente, se han querido dar o han decidido mantener respecto a su cabecera municipal. Sin embargo, parece que una forma de acercamiento y de coordinación administrativa que se produce entre cabecera y agencias, es el reconocimiento de sus habitantes (mayores de 18 años) para que formen parte de la asamblea general comunitaria, y se les convoque para tratar os asuntos relevantes de la vida social, cultural, económica y política del municipio.
La cuestión de género es de primordial importancia, surge como la necesidad de romper, en cada comunidad, con la exclusión que habían tenido las mujeres en la participación, deliberación y toma de decisiones sobre los principales asuntos que afectan o benefician- al municipio. La aceptación de las mujeres como sujetos con derecho de representación y participación al interior de la comunidad es producto de una necesidad y de una demanda. La necesidad se deriva de la descompensación demográfica provocada por la emigración masiva que han tenido las comunidades oaxaqueñas en las últimas décadas, y del papel fundamental que han cobrado las mujeres como agentes primordiales en la vida familiar, social y comunitaria. Los problemas crecientes que se viven en el campo por una reducción de oportunidades de empleo e ingresos y un empobrecimiento generalizado, han tenido en las mujeres a los agentes más importantes para generar alternativas de sobrevivencia en sus familias; ellas, convirtiéndose en beneficiarias de programas sociales y productivos (Progresa-Oportunidades, Alfabetización, Procampo, Organizaciones de mujeres productoras, etc), volcándose a la actividad productiva en sus parcelas y al comercio en sus comunidades y regiones, participando en la vida social de sus comunidades, con el trabajo en comisiones y cabildos, o migrando con su familia o solas, enviando remesas y adquiriendo nuevas destrezas y capacidades, se han convertido en soportes fundamentales para la sobrevivencia de sus familias y la estabilidad de sus comunidades. Así, han pasado de ser personas invisibles, recluidas en el ámbito doméstico, a ser agentes fundamentales en la familia y en la comunidad, y, con ello, a ser sujetos activos y demandantes de derechos, de representación y de participación en todos los ámbitos de la comunidad. Esta es la forma o el proceso por el cual la mujer ha sido reconocida como ciudadana de su comunidad, y, como tal, ha pasado a formar parte de la asamblea comunitaria, con derecho a votar, participar, ser postulada y elegida para las actividades y posiciones que ahí se determinen.
Cómo podemos observar el efecto que han generado los procesos de cambio en los municipios de usos y costumbres de Oaxaca?
Primero, a través de los cambios de forma que han tenido las asambleas comunitarias, lo cual se traduce en una ampliación de la ciudadanía, en una extensión de la representación social en términos de territorio y de género, o, también, en el reconocimiento e inclusión de personas con derecho a voto en la asamblea.
Segundo, si consideramos que, históricamente, el poder político de los municipios ha estado concentrado en la cabecera, y, socialmente, ha prevalecido una visión patriarcal dependiente del hombre, es lógico encontrar, como producto histórico y de continuidad del orden tradicional, lugares en los que la ciudadanía y la asamblea estén formadas, únicamente, por los hombres originarios de la cabecera municipal.
Tercero, como producto de los cambios culturales que se han producido en las comunidades oaxaqueñas, vamos encontrando diversas formaciones ciudadanas y de asamblea; unas en donde se da el acercamiento entre cabecera y agencias, y otras en que se asume la incorporación de las mujeres a la vida política de la comunidad, y se les reconoce su poder de participación y toma de decisiones.
Cuarto, el producto de las continuidades y los cambios que expresan hoy los municipios de Oaxaca es: 14% son cerradas, con asambleas conformadas solamente por los hombres de la cabecera; 6% son semicerradas, pues sus asambleas incorporan a los hombres de la cabecera y de las agencias; 41% son semiabiertas, porque sus asambleas incorporan a los hombres y mujeres de la cabecera municipal; y 40% son abiertas, pues sus asambleas están formadas por todos los habitantes mayores de 18 años del municipio.
Por décadas, podemos decir que éstos han sido de gran intensidad: sólo 14% permanece como comunidad cerrada, con una concentración territorial y patriarcal de la autoridad; 47% se encuentra en una situación semiabierta, que tiene como motor de cambio más importante el ingreso de las mujeres a la vida pública de sus municipios; y 40% son plenamente abiertas, pues concentran, como acción convergente, la demanda y aceptación de las localidades periféricas (agencias, rancherías y centros de población) y de las mujeres en la vida política de la comunidad (cuadro 1).
Cuadro1. Formas de asamblea por nivel de reconocimiento ciudadano
Votantes Número de municipios %
Hombres de la cabecera 53 14%
Hombres de la cabecera y de las agencias 23 6%
Hombres y mujeres de la cabecera 162 41%
Hombres y mujeres de la cabeceras y las agencias 156 40%
394 100%