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México cambiará para siempre el uno de junio
Oaxaca, Oax. 10 de marzo de 2013 (Quadratín).- La historia de la administración pública de Oaxaca se puede dividir en prehispánica, colonial y constitucional. En estas etapas existió una administración descentralizada y luego centralizada.
Determinada por la organización política, la administración pública oaxaqueña ha sido producto de los tipos de gobierno que han existido en su territorio. Desde los autocráticos, de los pueblos zapotecos, mixtecos y mixes por mencionar sólo algunos. Siguieron las formas colonias de los gobiernos regionales como el Adelantamiento a cargo de Francisco de Orozco y Pedro de Alvarado; el Marquesado a cargo de Hernán Cortés; la Alcaldía Mayor como la representada por Andrés de Monjarraz; Corregiduría como la de Juan Céspedez, primer corregidor de Oaxaca (1536-1540), o la de José Marecino del Llano, último corregidor (1782-1787); por último, la Intendencia a cargo de Antonio de Mora y Peizal (1787-1810), o de José María Mazo y Macarino (1810-1812).
Queda claro que los españoles tuvieron diversas formas de gobierno de las provincias que determinaron las formas administrativas que fueron muy elementales en sus alcances y estructuras. Por el contrario, la administración pública en cuanto relación del individuo con la sociedad fue muy intensa en el territorio oaxaqueño a través de los ayuntamientos y las repúblicas de indios. Antonio de Ortigoza, Obispo de Oaxaca, señalaba en el año de 1778, que las Repúblicas son muy complejas y llenas de atributos, casi todas velan por la mejor observancia de los preceptos y la justicia en los pueblos, persuaden el orden de policía, trabajo, tributación, puesta de razón, vestimenta y labranza para subsistir, así como la extirpación de vicios, malas costumbres, corrupciones, excesos, abusos y supersticiones entre los naturales (citado por: Luis Alberto Arrioja Díaz Viruel. 2011).
Por otro lado, antes de la promulgación de la primera Constitución Política, para los oaxaqueños existieron diversas formas del ejercicio del poder público como: gobiernos militares por la guerra de Independencia, como la de José María Morelos y Pavón (1812-1813); gobiernos militares de la resistencia española como el de Melchor Álvarez (1814); comandancias militares como la de Antonio de León; gobiernos civiles como la de Manuel Iruela o los gobiernos que surgieron de las Bases Provinciales del Estado de 1823.
La época independiente de los oaxaqueños se inicia el 19 de junio de 1821 con la proclama, a cargo de Antonio de León, de la consumación de la Independencia de la Corona Española.
La junta de gobierno también fue una forma de ejercicio del poder público, tal es el caso de la Junta integrada por Manuel Ignacio Iturribarría, Agustín Mantecón y José Joaquín Gurqué, quienes nombraron una comisión legislativa para elaborar las Bases Provinciales del gobierno de Oaxaca (21 de julio 1823). Las bases determinaron la denominación, el territorio y, sobre todo, la forma de gobierno del naciente Estado. Desde entonces se denominará al territorio oaxaqueño y de su gobierno como Estado Libre de Oaxaca.
Esta Junta tenía por obligación la ejecución y observancia de las leyes y órdenes del Congreso Mexicano y del Supremo Poder Ejecutivo de la Nación; de cuidar el orden interior y de la provisión de los empleos públicos. Al disolverse esta Junta el Congreso provincial designó como primer gobernador de Oaxaca, con carácter provisional, a José María Murguía, el 4 de diciembre de 1823.
Oaxaca fue reconocida como parte integrante de la República mediante el Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824. El Acta fue firmada por los diputados oaxaqueños Francisco de Larrazábal y Torres, Demetrio del Castillo, Vicente Maura Embides, Joaquín de Miura y Bustamante y Francisco Estévez.
Con el propósito de organizar a los recientes estados de la federación antes de la promulgación de la Constitución Nacional, se les permitió publicar disposiciones provisionales que permitieran el establecimiento de un orden jurídico previo a la promulgación de las constituciones. En este contexto, el 25 de mayo de 1824 se instituye la Ley Orgánica para el gobierno del Estado de Oaxaca, donde se señala que el Poder Ejecutivo se deposita en un solo individuo elegido por el Congreso, que esté en el ejercicio de las funciones de ciudadano, sea mayor de 30 años, disfrute buen concepto en el público, tenga moralidad y patriotismo conocidos, y que sea natural de las Américas, llamadas antes españolas.
Es importante destacar que en esta Ley Orgánica comienza la tradición de depositar el ejercicio del Poder Ejecutivo en un solo individuo, llamado Gobernador del Estado, aunque también se establece la figura de Vicegobernador, cargo que desaparece en la Constitución de 1857. Las cualidades que debe tener este individuo como las de patriotismo y ser natural de las Américas, son explicables por el contexto político de aquella época. Lo más importante, y que quizás se deba subrayar, es que era elegido por el Congreso del Estado.
Cuando el Constituyente de los primeros días de 1825, en el capítulo preliminar de la primera Constitución Política del Estado de Oaxaca, señalaba que para la elaboración de las leyes habría que tener tiempo y prudencia; en cambio, para su ejecución habría que serlo con prontitud y rapidez, para ello se depositaba el Poder Ejecutivo en una sola mano, elegido por la legislatura y renovado cada tres años, reflejaba el sentido de la teoría administrativa que hemos señalado.
El naciente titular del Poder Ejecutivo estaba tan acotado que su propio secretario de despacho lo limitaba por medio del refrendo ministerial; esto es, ninguna instrucción del gobernador podía ser obedecida si no llevaba la firma del secretario de despacho; además de que dicho gobernador duraba poco en el cargo y tenía derecho a una sola reelección, y que el Congreso le mantenía en vigilancia para evitar cualquier pretensión de abusar del poder.