
La UABJO, como los perros de rancho
Claudia Rodríguez (Colaboración)
México, D.F., 4 de noviembre de 2011 (Quadratín).-No es a México a quien le interesa militarizar su frontera del Sur. Estados Unidos es la nación que cada vez más da muestras de tener un control militar no sólo en su región limítrofe Sur, sino en una extensión mucho mayor, esto es, todo el territorio mexicano. No importando por ahora que esa presencia de militares en todo el territorio mexicano, sea del propio Ejército comandado por el señor Felipe Calderón.
Tal vez mis lectores se preguntarán: ¿Qué cenó o qué injirió Claudia para soñar tales historias? como la que hoy les voy a contar. Y yo les diría, que engullí la realidad cotidiana.
En mis sueños veía a un soldado que suponía del Ejército de nuestro país con todo y arma larga en manos–, decirle a una persona que el Ejército se haría presente en todas las calles de las localidades de nuestro país por acuerdo del gobierno de Estados Unidos y el de Alemania ¿acaso vino a mi mente en sueño el Telegrama Zimmermann con el que en 1917, el Imperio Alemán proponía al gobierno de México declararle la guerra a los Estados Unidos?
Ese sueño me hizo pensar que ante un estallido social o incluso un golpe de Estado, tener al territorio mexicano bajo control militar, con un chasquido se garantizaría a los Estados Unidos que el problema no permeara más allá de sus propias fronteras.
Recordemos que en 2009 con el asunto de la influenza, se pudo realizar un primer experimento de cómo las fuerzas militares, de las Policías y hasta de inteligencia pudieran controlar a una población confinada en su mayoría en sus viviendas.
Ahora, como consecuencia de la estrategia ya no sé si fallida o dirigida en contra del narco y la delincuencia organizada, en donde el Ejército en las calles cada vez cobra más presencia bajo la premisa de dar seguridad a la población, es igual de posible controlar a la gente en caso de un estallido social, de un golpe de Estado y la consecuente suspensión de garantías individuales.
La realidad que consumo a diario, me indica que si los estrategas mexicanos son sexenales, los estadounidenses no tienen esos límites de periodos de gobierno, y más tratándose de la estabilidad en su territorio. Nuestros vecinos del Norte proyectan sobre todo lo que visualizan debe ser controlado y entretejen tramas que no son de eventos entre un día y otro, una semana y otra, sino que pueden incluso llevar años de un suceso tras otro.
¿Un estallido social? Me dicen que no, que los mexicanos no tenemos los tamaños para reclamar nuestras precariedades. Yo cada vez creo que de alguna manera la gente se va a manifestar en el sentido de que ya no hay dinero que alcance, ni dignidad que soporte el vil uso electoral que se tiene no sólo de los electores, sino de los sentimientos de toda una nación.
Acta Divina
El presidente Felipe Calderón ha manifestado en distintas ocasiones que el Ejército se retirará de la lucha contra el crimen hasta que ésta pueda ser manejada de manera confiable por las instituciones de seguridad pública del país.
Foto:Archivo