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TEMASCAL, Oax. 29 de octubre de 2013 (Quadratín).- Como cada año que inicia el Día de los Muertos, aquí en Temascal las autoridades realizan un tradicional concurso entre los grupos de Toxo Hó quienes – según las creencias mazatecas – representan a las almas del más allá que llegan de visita en esta fecha.
Este lunes se realizó un concurso, en el que participaron los Toxo Hó de los municipios de San José Tenango y San José Independencia, ambos de la región mazateca alta.
El concurso es para que las nuevas generaciones no pierdan el respeto al Día de los Muertos y enseñen a sus hijos a mantener viva esta costumbre y tradición.
Contrario al calendario que oficialmente señala los días 1 y 2 de Noviembre como el Día de los Muertos, en las comunidades mazatecas esta celebración inició desde este domingo.
El grupo de Toxo Hó de Agua Iglesia, San Tenango, obtuvo el primer lugar por la originalidad de sus cantos y su estilo de danza, en la que pusieron su propio altar y sus banquitos para sentarse y esperar a sus muertos.
“Allá, en la sierra lo hacemos de palos rollizos y palmas de allá de la sierra y no lo hacemos como los hacen aquí en Temascal, aquí los altares ya no son originales”, comentaron en entrevista.
Sus vestimentas, máscaras, cánticos y su forma de danzar encierran historias milenarias para los mazatecos.
Los Toxo Hó para danzar en Temascal, caminaron hasta diez horas en la madrugada y luego abordaron lanchas para llegar a este lugar.
El presidente municipal Herminio Elvira Cintura y el regidor de Educación Teodoro Severiano Olivares, recibieron a estos grupos de Hueventones – también se les llaman así – en Náhuatl.
Para los mazatecos, en esta fecha las almas llegan en realidad.
Visitan a sus familiares aunque estos no los ven y tampoco miran, pero allí están las almas quienes sí ven y miran a sus familiares aún vivos.
Tamales, aguardiente, café, cigarros, cerillos, pan de muerto y una serie de cosas son los que originalmente ponen los mazatecos en sus rudimentarios altares, invitando a los visitantes a comérselos.
Entre los mazatecos recorre la historia de una pobre madre, viuda que al acercarse esta fecha (27 de Octubre) le pidió a su hijo que buscara algo que poner en su humilde altar.
–Hijo, ya es casi Día de los Muertos, por favor, ve, haz algo y trae algo para ponerlos en el altar, tu padre hace un año que falleció y vamos a recibirlo. Le dijo la madre a su hijo.
Sin embargo, este joven, le respondió a su madre:
–Mira, má, ¿Para qué se preocupa usted tanto por eso? Ya murió, ya murieron, ponle unas piedras en el altar para que se los lleve.
La madre asustada por lo que le respondió su hijo, lloró y le dijo:
–¡Hijo, no digas eso! ¿No sabes que es malo decir eso en esta fecha? ¿No sabes que ellos nos están oyendo? Ven y arrodíllate aquí en el altar y pídeles perdón por lo que acabas de decir.
El joven mazateco no hizo eso, pero arrepentido tomó un machete y según él, fue por unas leñas a los cerros, sin embargo, en el camino se encontró al alma de su padre quien cargaba unas piedras, como el joven había dicho a su madre.
–Hijo, ¿a dónde vas? ¡Como pesan estas piedras, pero gracias por ellas!
El joven no supo que decir, no pudo pronunciar palabra alguna y como pudo regresó corriendo a su casa y le dijo a su madre lo que había visto. Días después este joven falleció.
Ante esto, los mazatecos no dicen groserías en estos días y solo se preparan a recibir a los fieles difuntos, entre ellos, hijos, esposo, mujer, madre, hermana, en fin.
En Temascal, se vivieron varias horas de temor, respeto y tradición en honor a esta celebración.