Concluye Ray Chagoya foros ciudadanos y diálogos en Oaxaca de Juárez
OAXACA, Oax. 4 de abril de 2015.-Con la aglomeración de miles de feligreses que se congregaron sobre las calles de la ciudad de Oaxaca, se realizó la Procesión del Silencio.
Este recorrido cumplió 29 años de tradición, siendo una de las más emblemáticas de la entidad oaxaqueña. Las calles del Centro Histórico se hicieron símbolos de fe y tradición que enriquecieron el acervo cultural, informó un comunicado de prensa.
Llenas de fe, las personas observaron apaciguadamente cada imagen religiosa del templo de la Preciosa Sangre de Cristo, acompañadas de cientos de devotos y penitentes encapuchados y descalzos, que portan su propia cruz de madera en señal de duelo y arrepentimiento.
Con la contemplación en silencio de cada uno de los momentos de la muerte de Jesucristo, visitantes locales, nacionales y extranjeros avanzaron de la iglesia de Sangre de Cristo hacia la calle de G. Vigil hasta doblar independencia y subir por el Andador Turístico, regresando nuevamente al templo.
La procesión fue encabezada por el estandarte de la Preciosa Sangre de Cristo, los apóstoles y la Cruz de Caravaca Dorada de Doble Brazo, y enseguida avanzó la Cofradía de las damas de la Virgen de Dolores pertenecientes al templo del Patrocinio, que en riguroso luto acompañaron a la Virgen.
Desfilaron también los estandartes del Santísimo Rosario de la Arquidiócesis de Antequera, mismos que van adornados con hermosos relicarios elaborados en oro y plata repujada, de incalculable valor religioso, histórico y cultural.
La procesión fue presidida por el arzobispo de la Arquidiócesis de Oaxaca, José Luis Chávez Botello y la homilía fue dirigida por el presbítero del templo de la Preciosa Sangre de Cristo, Lorenzo Fennelly Delido.
Durante la marcha luctuosa, miles de personas participaron en lo que es la procesión, que a lo largo de 29 años ha sido realizada, en la que se representa todos los episodios más significativos de la Semana Santa.
Habitantes y visitantes aprecian el paso de la procesión del silencio cuya tradición dicta su realización con absoluto respeto y con un silencio que solamente se ve interrumpido por el sonido de la chirimía, el tambor y una trompeta que anuncian el inicio del recorrido y el paso de las imágenes por las calles del centro de la ciudad.
Con un profundo respeto, fe y simbolismo concluyó esta vigésima novena Procesión.