Historia y literatura dan vida a La dulce tinta de Al-Jawater
OAXACA, Oax. 30 de enero de 2014 (Quadratín).- Aunque no era devoto de la iglesia, Rodolfo Morales reconocía que fue en el templo católico de su pueblo donde surgió su amor por la pintura.
En su aniversario luctuoso, familiares, amigos y colaboradores de la Fundación Rodolfo Morales, recordaron con una misa y una ofrenda floral al artista plástico originario de Ocotlán de Morelos, quien tras su muerte fue bautizado como “El señor de los sueños”.
La celebración eucarística y colocación de la ofrenda tuvo lugar a las 7:00 de la mañana de este jueves en el ex convento de Santo Domingo de Ocotlán, donde reposan las cenizas del artista plástico y filántropo.
Alberto Morales, sobrino del creador, informó que posterior a la misa, su madre, Guillermina (cuñada de Morales) ofreció un desayuno en la casa del pintor ocoteco, convertida ahora en un centro cultural.
“Yo era muy retraído y mi refugio era la iglesia, pero no porque fuera devoto sino porque ahí sentía mucha calma, como que me retraía más y me entretenía mucho con la arquitectura del templo, pero nunca pensé en ser arquitecto y tampoco en ser pintor”, relató Morales en una entrevista.
Decía que aunque nunca fue acólito “ni nada de eso” porque les tenía miedo a los curas, en la iglesia de Ocotlán escuchó por primera vez la música clásica.
“En la iglesia escuché por primera vez la música clásica sin saber que era música clásica; empecé a percibir el olor del incienso, de las flores, bueno, toda esa cosa mágica que ha perdido la religión. Todo eso me impresionaba”.
Alberto Morales, también presidente de la Fundación Rodolfo Morales, recordó que en ocasiones anteriores, cada año 30 de enero, la Orquesta Sinfónica de Oaxaca ofrecía un concierto en memoria de su tío, sin embargo, cada vez empezó a llegar menos gente y se optó por suspenderlo.
Anunció que para el 8 de mayo próximo, aniversario del nacimiento de Morales, la Fundación tiene previsto presentar un espectáculo de ballet a cargo de la bailarina y coreógrafa Gladiola Orozco, inspirado en la obra plástica de su tío.
Para quien quiera revivir el recuerdo de Rodolfo Morales a través de su pintura, el heredero del artista invitó al público a visitar el Ex Convento de Ocotlán donde se exhibe una muestra permanente de óleos, cilindros y gobelinos.
En el Centro Cultural Rodolfo Morales, situado en la calle Morelos 108, también se expone de forma permanente una colección de collages, y en el palacio municipal se encuentra un mural.