Avanza la rendición de cuentas como política de Estado: Colmenares
MÉXICO, DF. 17 de febrero de 2014 (Quadratín).- Para erradicar el trabajo infantil que prolifera en nuestro país, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que preside Raúl Plascencia Villanueva, convoca a la sociedad a sensibilizarse y tomar conciencia para evitar utilizar la mano de obra de menores de edad.
Considera necesario adoptar nuevas medidas para hacer respetar lo que marca la ley y garantizarles el acceso a la educación, servicios médicos y un pleno desarrollo.
A pesar de que nuestro marco jurídico prohíbe expresamente la utilización en el trabajo de personas menores de 14 años, según encuesta del INEGI, realizan alguna actividad económica en empresas y negocios, 3 millones 700 mil niños y niñas, entre 5 y 12 años (10% de la población total de menores de edad que hay en el país).
De los niños y niñas ocupados, el 47% no percibe ninguna remuneración; el 25% gana hasta un salario mínimo; el 24%, de uno a tres salarios mínimos, el 2%, más de tres salarios mínimos.
La Comisión Nacional ha impulsado una serie de actividades para fortalecer la observancia de políticas públicas en materia de protección y defensa de los derechos de los niños que incursionan en el mercado laboral a una edad muy temprana.
A través del Programa Sobre Asuntos de la Niñez y la Familia, la CNDH desarrolla la Campaña Nacional para Desalentar el Trabajo Infantil ¡No se Vale mano Pequeña!
Con conferencias, foros y pláticas, dirigidas a niños y niñas, se difunden los derechos que les otorga la Constitución y el orden jurídico internacional, mismos que deben aprender a exigir; también se les indica cuales son las instituciones encargadas de protegerlos.
La orientación trata de evitar que sufran explotación o sean obligados a realizar tareas que ponen en peligro su salud, dignidad, bienestar y les impidan asistir a la escuela o les obligan abandonarla prematuramente.
Los patrones se aprovechan de que en su mayoría tienen que laborar para cubrir sus necesidades básicas y contribuir al gasto familiar, en jornadas de trabajo excesivas, muchas veces en lugares peligrosos e insalubres donde pueden sufrir accidentes, lesiones o enfermedades.