¿A quién corresponde defender?
Henchido de arrogancia por considerar que fue artífice de los triunfos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones pasadas, el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), Heliodoro Díaz Escárraga cree que realmente dirige este partido y que puede poner en riesgo la estabilidad de los ayuntamientos, únicamente para demostrar una fuerza que no tiene.
Necesitado de reflectores, Heliodoro quiere hacer sus propios acuerdos, hacer notar que es él quien trae a los ayuntamientos, y no atiende ninguna sugerencia, mucho menos cuando se le pide que mantenga la prudencia porque su actitud pone en riesgo la estabilidad de los pueblos.
Resulta que algunos municipios que han advertido inconformidades en sus resultados, principalmente algunos de usos y costumbres, en los que paradójicamente tienen injerencia los partidos políticos, ya han buscado entablar mesas de negociación para que no lleguen al 1 de enero con palacios tomados o carreteras cerradas.
Tal es el caso de Candelaria Loxicha, Pluma Hidalgo, Santa María Atzompa, San Miguel Chimalapas, Tlacochahuaya, entre otros donde hay antecedentes de violencia. Las mesas de negociación pretenden por una parte la integración de las minorías para que tengan representatividad en los ayuntamientos, como lo establece la ley en cuanto a distribución de espacios dependiendo del porcentaje de votos obtenidos. El otro aspecto, en el caso de los usos y costumbres, que también exista la integración o bien, que se respete el resultado.
Sin embargo, a Heliodoro Díaz este mecanismo le importa poco y ni porque ve temblar no se hinca. En la Secretaría General de Gobierno ya han acudido al llamado para instalar las mesas de diálogo el PRD, el PAN, incluso Convergencia, y las fuerzas minoritarias, como el PT, el PVEM y el PUP. El único partido que falta es el PRI, de Heliodoro, porque al señor se le ocurrió instalar sus propias mesas de negociación, en la que negociará el solo, porque se supone que deben participar ambas partes del conflicto.
Tan ensoberbecido está Heliodoro que ha dicho según la gente del mismo PRI, que no tiene por qué sentarse a otra mesa que no sea la que él integre, y en ello se ha pasado por el arco del triunfo al coordinador de delegados de Gobierno, Alejandro Avilés, quien también ha buscado, comentan, alguna forma de acercamiento con los ayuntamientos para evitar problemas el próximo 1 de enero.
La actitud de Heliodoro desconcierta a muchos. No es ignorancia, opinan, es soberbia, puesto que él ya conoce el manejo interno de la Secretaría General de Gobierno. Sabe que todo lo mal o bien que se haga rebotará la primera semana de enero, cuando acudan las autoridades al registro y acreditación.
Si no hay integración, no habrá acreditación y si no hay acuerdo previo, es ahí donde vendrán los llamados conflictos postelectorales, toma de palacios, bloqueo a carreteras, enfrentamientos innecesarios porque se pueden evitar con un poco de humildad por parte de quien tiene el nombramiento como presidente del PRI.
Tanto en los casos donde el PRI ganó los ayuntamientos, como en los que tiene que buscar la integración como fuerza minoritaria, es necesario que se cohesionen las reuniones y no haya paralelismos que al cabo terminarán en problemas.
Como que Oaxaca no está para echarle más fuego después de todo lo que ya se ha padecido, pero tal parece que a quien colocaron como artículo decorativo en el PRI no lo ha entendido.
Lo primero que debería hacer, sugieren, es reconocer que si el PRI ganó la mayoría de los municipios, no fue por su persona, ya que en algunos sitios ni siquiera lo conocen. Lo siguiente es dejar a un lado la soberbia e integrarse a las mesas que están avanzando sin la presencia del PRI, porque si ahora lo están tomando en consideración, existen mecanismos para dejarlo a él, a Heliodoro, fuera de todo acuerdo y entablar directamente la relación con los ayuntamientos que él dice traer. Se verá el 1 de enero.
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Hablando de ruidos innecesarios a la administración de Ulises Ruiz, cómo estará de preocupado el Secretario Técnico por el trabajo de sus compañeros de partido, que se vale hasta del vocero de Gabino Cué para mandar mensajitos. ¿O será que además de asientos en balde con agua fría, le prescribieron aliarse con los enemigos de su jefe para figurar en la carrera por la sucesión?
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La Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) realizará los días 1 y 2 de diciembre el Primer Congreso Oaxaqueño de Periodistas, organizado por Cuahutémoc Blas, director de la Revista En Marcha, e integrante de esta asociación.
Entre los ponentes estará Salvador García Soto, autor de la columna Serpientes y Escaleras, que se publica en El Universal y otros medios regionales.
Disertará sobre el tema Ética y periodismo. Valdría la pena preguntarle al comunicador cuál es su opinión sobre quienes con credencial de reporteros pretenden a fuerza de golpes mediáticos, incidir en las decisiones de los servidores públicos respecto del nombramiento de sus voceros, únicamente para asegurar los chayos al personal de sus medios. Será un ejercicio interesante este Primer Congreso.