Las portadas de las novelas ganadora y finalista del Premio Planeta 2024
OAXACA, Oax. 5 de noviembre de 2014.-El foro de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) se llenó de luminarias. Y la mayor de ellas confesó que escribe por vanidad.
En realidad, dice Martín Caparrós, quería que le publicaran un libro porque le gustaron las crónicas que escribió para una revista en su natal Argentina, ‘Página 30’.
Tanto neceó, que ‘Crónicas de fin de siglo’ ganó en 1992 el Premio Rey de España de literatura.
Noche del lunes en la Alameda de León, muchas estrellas, concurrencia normal; ausentes la mayoría de los comunicadores locales para escuchar a los maestros del periodismo: Caparrós y Jaime Abello Banfi, así como Diego Fonseca y Ezequiel Martínez.
El motivo, ‘Mesa sobre periodismo narrativo’. En realidad una charla amena, intercambio de opiniones de los expertos, críticas entre ellos. Crítica también del laureado Caparrós. Pelón, de bigotes, serio pero bromista; siempre vestido de negro, desde hace una semana que llegó a Oaxaca; figura de negro con los brazos cruzados.
«Cualquier cosa ahora es periodismo; eso de que le demos al público lo que le gusta no necesariamente es lo correcto», dice, mientras ejemplifica las noticias sensacionalistas que gustan y atraen pero son efímeras y vanas. Señala además que muchos editores o directores de medios están encerrados en su mundo y se aferran a contarle al público su mundo, y no el mundo en que vive la gente.
Propone mejor escribir para el lector, contar las historias de la vida, de la gente.
«Cuando pongo a una gente hablando en mis textos, trato de hacerlo lo más posible parecida a la suya. Siempre me ha sorprendido cómo los periodistas traducen lo que dicen sus entrevistados a la periodiquez; te traducen todo, arman frases pero me parece decisivo reproducir el habla de los entrevistados», explica.
Cronistas excepcionales que coinciden en que el periodismo debe cambiar, que no es necesario ser tan cuadrados.
«Escribamos como dice la gente, como se expresan las personas; no transcribamos como creemos,como pensamos», dice el escritor radicado en España, colaborador del diario «El País».
Le secunda Abello Banfi. «Venimos de un periodismo basura, sin herramientas de edición, pero creemos los que estamos en esta mesa, que el libro de no ficción, con criterios periodísticos, tiene un futuro cada vez más interesante, añade el director general de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano Gabriel García Márquez.
Expone el tema que preocupa a editores de medios impresos, pero que no los ocupa.
«La digitalización en el periodismo está dando lugar a algunas cosas negativas pero también positivas; hay en América Latina cantidad de desprendimientos periodísticos narrativos e informativos interesantísimos, están dando lugar a nuevos espacios y sirviendo para que el público no se quede reducido en confines locales o nacionales», explica.
Agrega que las redes sociales son vehículos que hacen que libros circulen; «siento que estamos en una época interesante, el establecimiento periodístico tradicional tiene que aprovechar al máximo lo digital», expone.
Los participantes coinciden en que los medios tradicionales aún tienen vida pero corta, y más reducida mientras sigan haciendo un periodismo tradicional, encajonado; no tienen futuro y sólo se han convertido en aparatos de publicidad que obtienen del Estado”.
«Los periódicos en general están sufriendo esa incomodidad, esa especie de urticaria en el trasero y no saben que hacer con esa información que circula en internet, que le está ganando la batalla», cierra Ezequiel Martínez.