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MÉXICO, DF. 14 de agosto de 2014 (Quadratín).-Como parte de las acciones para la defensa del territorio mexicano ante la reforma energética, el presidente de la Comisión Sur-Sureste del Senado de la República, Benjamín Robles Montoya, pidió al Gobierno Federal informar y tomar en cuenta el punto de vista de los municipios y comunidades indígenas donde se pretende aplicar la técnica de la fracturación hidráulica o fracking, lo cual evitaría estallidos sociales.
El legislador oaxaqueño presentó, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, un punto de acuerdo para que se respeten los derechos de las comunidades y pueblos originarios a ser consultados sobre el uso de sus territorios.
Consultar a los pueblos principalmente a los pueblos indígenas de México evitaría estallidos sociales por uso del fracking, está técnica depredadora que los priistas han abierto la puerta para que se utilice en México. Miren compañeras y compañeros lo preocupante para nuestro país México es que, de acuerdo al Informe de Pemex del año 2013 y de acuerdo a los criterios de las leyes secundarias de la reforma energética, se le están abriendo las compuertas a una práctica depredadora, expoliadora y altísimamente contaminante.
“Diversos medios de comunicación han mencionado que en los estados de Oaxaca, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Puebla, Veracruz serán los primeros en experimentar dicha práctica y por eso nosotros lo estamos alertando”.
Robles Montoya advirtió que el uso de la técnica de la fractura hidráulica para la extracción de petróleo y gas es una problemática que, en otros lados del planeta, ha sido causa de estallidos sociales, de presencia creciente de ejércitos privados de las petroleras y de confrontación entre invasores y propietarios.
Por lo que, propuso establecer una instancia definitoria de la aplicación de tal técnica por medio de un genuino comité para darle cabida y oportunidad a los pobladores, el cual deberá estar integrado por los representantes del municipio, de la comunidad o de la región de manera mayoritaria; por las autoridades estatales y federales; por especialistas que se puedan sumar; así como de representantes de empresas privadas petroleras o gaseras interesadas en la exploración y explotación de los hidrocarburos.
En la aplicación del fracking, explicó, se inyectan más de 700 productos químicos venenosos, tóxicos, cancerígenos y mutagénicos; los campos donde se viene aplicando la fracturación hidráulica están quedando devastados, inservibles, donde la vida humana y animal no se pueden desenvolver de manera normal; ya hay fallecimientos por envenenamiento del agua en varias partes del mundo, todos ellos documentados clínicamente. Así pues la mencionada práctica del fracking es de aniquilación del medio ambiente y la vida humana.