Promueve policía de Oaxaca de Juárez prevención y proximidad social
OAXACA, Oax. 22 de diciembre de 2014.-En la ciudad de Oaxaca se vivió este lunes un día distinto. Un Zócalo tranquilo y despejado, listo para la Noche de Rábanos, donde se mostrarán las creaciones de artesanos del tubérculo, del totomoxtle y de la flor inmortal.
A unos metros, una toma de calles con protesta de autoridades municipales que exigen audiencia pública, y policías listos para repelerlos en caso de ataque.
En la misma zona del Centro Histórico, otra «protesta», pero esta pacífica, con pinceles, cartulinas, caballetes improvisados, un estudio a cielo azul abierto y mucho entusiasmo de padres y niños.
Es la misma hora prácticamente en que confluyen las actividades. Al medio día, pocos se asoman por el Andador Turístico, el jardín Antonia Labastida y la calle Gurrión, a un lado de Santo Domingo. Para muchos o casi todos, pasa inadvertida la hazaña y «toma» de infantes.
No hay histeria ni gritos ni empujones ni uniformes azules, sino muchos colores, muchos pinceles y muchos botes pequeños, con demasiadas manos pequeñas, inocentes pero listas para presentar exigencias… pintando.
Es un inédito Taller de Pintura por el Sur-Sureste de Oaxaca. Una bandera de lucha, aunque de forma inocente. Un clamor que pocos oyen, el de niños y niñas que también tienen mucho que decir por Oaxaca, y lo hacen con pinceles.
«Es una forma de expresarse, es una forma de evitar incluso el bullyng tan de moda; es una terapia ocupacional», dice el pintor Marcos Vásquez, el de la iniciativa de llevar a más de 200 niños al centro de la ciudad de Oaxaca.
Mientras atiende uno a uno a los niños, en entrevista explica que presentó el proyecto al ayuntamiento de Oaxaca de Juárez y el edil Javier Villacaña autorizó el respaldo, con los materiales.
No menciona cuáles, pero dice que de tres escuelas respondieron de inmediato a la iniciativa para dos días, este lunes y mañana martes. Cada quien tomó su improvisado caballete, su cartón limpio y sus botes; preparó sus botes y sacó el arte desde lo más profundo de su inocencia.
«Creo que va a ser exitoso; lo buscan ya llevar a otros estados del norte del país pero ya estamos comprometidos en ir a todo el sur-sureste; vamos a recorrer también las escuelas de los Valles», agrega el artista plástico, activista controvertido.
El caso es que las calles se llenaron. Padres ayudando a sus hijos; otros preparando las mezclas; unos más haciendo el boceto; la mamá con la torta en la bolsa, a la espera del refrigerio en la calle… El bullicio, la protesta infantil como pocas veces vista.
«El propósito es motivarlos y activarlos, usar todas sus potencialidades, para que todo lo que lean lo analicen, escuchen y no nada más pasen por pasar; que no haya ausencia en las clases porque hay una estadística de más de 5 millones de niños que dejan de estudiar al año en el país», relata.
Mañana martes, de Noche de Rábanos, en el mismo Centro Histórico habrá otra protesta, pero también pacífica e infantil, ahora con tubérculos.
«El arte es unificador, vamos a seguir trabajando para restar un poco el mentado bullyng, que los jóvenes no pierdan tiempo en cosas no gratas, cuando tenemos una paleta de posibilidades; hay un estado noble y rico en cultura y no podemos dejar que no lo conozcan y disfruten», termina Marcos.