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JUQUILA, Oax. 8 de octubre de 2014.- Con la petición central de lograr la reconciliación en Oaxaca, este miércoles se realizó la ceremonia solemne de Coronación Pontificia de la Inmaculada Virgen de Juquila.
El nuncio apostólico Crhistophe Pierre fue quien colocó la corona hecha en oro y labrada por orfebres de Jalisco, en el Cerro del Azufre, un espacio acondicionado para ello en el Santuario de Juquila.
La coronación, dijo el Nuncio, no se queda solo en la ceremonia “la mejor corona que le podemos regalar a la Virgen es cuando unidos en el amor mutuo y solidario, estrechamos los lazos de nuestra fraternidad para la reconciliación, en la ayuda generosa y constante al hermano que sufre y está necesitado”.
Acompañado por el arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello, pidió por construir una nueva sociedad, alejada de la violenta. “Nuestra meta no está en el mal, sino en Dios, que es amor y llama al hombre a la vida”.
¿Porqué coronamos a María? Preguntó Crhistophe Pierre, porque necesitamos cambiar nuestras mentes y nuestros corazones para aprender a pensar, sentir y actuar según Jesús.
Está a nuestro alcance, dijo en la homilía, erradicar toda clase de violencia desde nuestro hogar, desde donde trabajamos o estudiamos.
“Démonos la oportunidad de avanzar hacia un Oaxaca más humano”, pidió.
Un Oaxaca que se construya a partir de la paz, el amor, la justicia y la libertad.
“Digamos sí a la vida, al respeto de la dignidad de todo ser humano, a la familia, libres de intereses de grupo en la educación”, expuso.
Consideró que en una sociedad humana, cristiana e integral “no podemos bloquear este proceso de educación, debemos decir sí al trabajo honrado, al esfuerzo intenso para promover el bien común y no quedarnos con los pequeños intereses particulares”.
Para decir un no a la violencia y un decidido sí a la reconciliación y a la paz.
En presencia del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, senadores, diputados y presidentes municipales, el Nuncio pidió: “Decidámonos todos a no ser sólo observadores, sino actores para la reconciliación de Oaxaca”.
La Coronación de la Virgen, dijo, en momentos difíciles ha de suponer un estímulo fuerte para la transformación de la sociedad y el mundo.
“La coronación no puede acabar hoy, la corona más agradable a la santísima virgen es verlos unidos, nos quiere reconciliados, permitamos que sea a través del camino de la fe”.
En la ceremonia litúrgica se leyó el decreto por el cual el Papa Francisco concedió la coronación a la Virgen de Juquila, y se pidió perdón por la violencia en México.
La solicitud de coronación se hizo el 15 de septiembre de 2013 y el Papa Francisco la concedió el 9 de febrero de 2014.
El Santuario de Juquila se ubica en el municipio del mismo nombre, en la región Chatina de la Costa, en Oaxaca y cada año llegan a venerar a la Virgen más de 2.5 millones de feligreses.