Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 6 de mayo de 2009 (Quadratín).- La normalidad pareció regresar al complejo administrativo de Tlalixtac de Cabrera. Regresaron después del asueto obligatorio causado por las medidas de contención sanitaria emitidas por el gobierno federal y estatal para evitar los contagio de influencia humana.
Este miércoles, muchos burócratas volvieron desganados, algunos ya sin tapabocas, dispuestos a iniciar sus labores con ahínco.
Sus áreas de trabajo estaban relucientes, limpias, impecables, hubo un esfuerzo por mejorar su estancia.
Sin embargo a penas paso el medio día y una llamada telefónica cambio todo. La orden era retirar al personal al menos el sindicalizado, se instruyó aplicar un nuevo plan de contención
Se había ido apenas los efectos de la pandemia, pero regresaba la pesadilla magisterial. Los profesores amagaron con apoderarse de las instalaciones.
El subsecretario de Desarrollo Político Javier Jiménez Herrera regresaba a sus oficinas. No pudo acudir temprano, pues las amenazas de movilizaciones se lo impidieron.
Fue hasta después de la 13.30 horas que regresaba a su centro de trabajo, ubicado en el segundo piso del edificio 7 de la Ciudad Administrativa.
A penas pisó las instalaciones, cuando fue notificado a participar en una reunión emergente fuera de las instalaciones.
Lic le hablo el Secretario que se reúna con él para atender las demandas de los profesores y revisar el caso de la Mina.
Jiménez Herrera apenas tuvo tiempo de tomar su teléfono celular y ordena a su chofer preparar la camioneta para dirigirse al encuentro.
Afuera ya se escuchaban los gritos de protesta, los maestros y algunos activistas de la APPO habían arribado. El personal aun en plena huida opto por utilizar las salidas de emergencia.
Su regreso quedó frustrado ante una nueva amenaza: los maestros que amagaron con plantarse de forma indefinida fuera del lugar hasta lograr la libertad de los detenidos tras el desalojo y recuperación de la mina de San José el Progreso, instrumentado por las fuerzas de seguridad. Pero qué bien les vino el descanso, una prórroga más para seguir de vacaciones.