El episcopado ante el segundo piso de la 4T
Oaxaca, Oax., 30 de junio de 2010 (Quadratín).- Los Oaxaqueños, como en otras entidades de la Republica, estamos en la antesala de la verdad. Hoy cierran campaña los candidatos a la gubernatura del estado y los estrategas empiezan a velar armas y los mapaches empiezan a salir de sus madrigueras.
Las dudas del electorado son evidentes, según la encuesta del periódico Reforma, el 49% de los encuestados cree que habrá fraude en los comicios y el 40% que habrá conflicto postelectoral. Todos sabemos el origen de esta preocupación: la fama ganada de antaño de los conocidos mapaches electorales, la guerra sucia, la violencia, las conversaciones telefónicas que evidencian la mano del Gobernador en el proceso y su influencia en medios nacionales, en el instituto electoral y en su candidato.
Un cronista de la vieja guardia del PRI, hacia un recuento de cómo se iniciaron los actuales mapaches. La primera anécdota se remonta a los ochentas cuando se metían por las azoteas o quitaban las puertas con todo y marco, para alterar las urnas. Después se fueron refinando, robaban las urnas o en el camino metían mas boletas. En Huajuapan se recuerda en el 86 cuando el entonces secretario de elecciones hoy número uno en mapachería a nivel nacional, mando a un principiante a robarse la urna de la agencia municipal de Magdalena Tetaltepec. Se la robo, efectivamente, ganó el PRI pero lo toco el destierro y el estigma por muchos años.
Ahora los conocedores dicen que es tanto el refinamiento en las malas artes de alterar resultados electorales, que ya no es necesario robarse urnas, horadar paredes o rellenar urnas.
Ahora un Programa de Resultados Preliminares, PREP, puede tener algoritmos para sumar, multiplicar, dividir o restar votos según conveniencia. Pasar antes de su difusión, por la oficina de un alto dirigente para que autorice su difusión o no; alterar el padrón electoral al incrementar el número de casas por calles y desde luego de votantes, que pueden venir de otros estados de la republica. Nuevos tiempo, nuevas mañas.
Reza un dicho muy conocido: para todo mal, mezcal, para todo bien, también. Los datos que han dado a conocer los estrategas de la campaña de Gabino Cué para contrarrestar cualquier intento de fraude electoral son contundentes: El PREP del Órgano Electoral que costo 14 millones de pesos y que pagamos los oaxaqueños con nuestros impuestos, no es un instrumento confiable. La alianza por la paz y el progreso, tendrá su propio conteo en base a las actas de casillas.
Además, cuenta con mas de 30 mil representantes que cuidaran la totalidad de las casillas electorales; mas de 1200 observadores electorales, 270 abogados, mas de 200 organizaciones y medios de comunicación, nacionales e internacionales, aplicaran una encuesta de salida el día de la elección, tienen en su poder el ABC de las trampas del PRI y han promovido a mas de 300 mil votantes de manera personalizada.
Sin duda, se ha establecido un blindaje a prueba de todo.
Solo espero que, en su desesperación por conservar el poder a toda costa, el PRI no recurra a violentar el proceso, general terror en los Oaxaqueños, soltar a sus demonios con la protección y la complicidad de quien tiene que garantizar el sufragio libre y la tranquilidad de los ciudadanos.
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