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OAXACA, Oax. 9 de noviembre de 2014.- Anécdotas de los inicios de Gabriel García Márquez “Gabo” como reportero en El Universal en Cartagena, en los años 40, su paso como columnista en El Heraldo de Barranquilla y su contribución como corresponsal de El espectador de Bogotá, en Europa, fueron el eje central de una plática, en la que participó el periodista Alberto Salcedo Ramos, como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, que en su 34 edición tuvo como invitado especial a Colombia y rindió homenaje a tres grandes de la literatura contemporánea: Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis y José Agustín.
En una charla amena y ante un público conocedor, curioso, escéptico y nuevo, el Premio Simón Bolivar 2011, compartió parte de “La obra periodística de Gabriel García Márquez”.
En este encuentro realizado en el Foro FILO, situado en la Alameda de León, Alberto Salcedo Ramos habló sobre la vida y la faceta periodística del hijo de Aracataca, Colombia, aquella que resulta vital para comprender su obra literaria y a la que llegó por casualidad, pero que lo encaminó a convertirse en el máximo exponente del realismo mágico, se informó en un comunicado de prensa.
“Gabriel García Marquez nació en un pueblo del caribe colombiano muy atrasado y sin tradición literaria; ahí creció escuchando las historias orales de su abuelo y las personas del pueblo, eso le despertó el interés de registrar las voces de las personas”, dijo.
De esta manera, Salcedo Ramos señaló que la contribución del autor de “Cien años de soledad”, a través del oficio del periodismo a la sociedad, fue generar memorias sobre sucesos importantes en el continente, a través de un periodismo narrativo.
“Gabriel García Márquez decía que un reportaje es un cuento con datos reales. Cuando se cuentan historias a través de este género hay una gran ambición totalizadora de contar qué fue lo que ocurrió a todo”, dijo Salcedo Ramos.
El también comunicador social, señaló que ciertamente la capacidad narrativa de Gabo, puede apreciarse desde sus inicio en El Universal de Cartagena, donde no le apostaba al periodismo narrativo y solo se limitaba a notas editoriales; hasta el periodismo de largo formato que cultivó en el diario El Espectador, de Bogotá.
“Gabriel García Márquez fue un fabulador que creó una obra periodista maravillosa. Él decía que ‘es más fácil atrapar un conejo, que un lector’, y ante ello, hay que sumarle la cantidad de gente que escribe y no es amable con el lector, que no explica las cosas a detalle o que repite ciertos términos, por el hecho de tampoco conocerlos”, finalizó.