Somos de territorio: Nino Morales en gira con Salomón Jara
Oaxaca, Oax. 27 de abril de 2010 (Quadratín).- El coordinador de Pastoral de la Movilidad Humana de la zona sureste del Episcopado Mexicano, Alejandro Solalinde Guerra consideró que el Estado mexicano utiliza un doble discurso al desaprobar la Ley de Arizona que criminaliza la presencia ilegal en ese estado, cuando en la frontera sur no hace nada por prevenir la violación de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos.
La incidencia de violaciones a los derechos humanos a los migrantes está provocando un desastre humanitario de incalculable s dimensiones porque es imposible monitorear los daños a cada hombre, mujer o niño migrante, asentó.
El sacerdote católico y defensor recordó que esta denuncia fue presentada en audiencia pública sobre el tema en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), efectuada el 22 de marzo pasado, en la ciudad de Washington.
El también fundador del albergue Hermanos del Camino, denunció que el miércoles pasado en Chahuites, municipio del Istmo de Tehuantepec, elementos de la Policía Ministerial Investigadora (antes Agencia Federal de Investigación), sometieron a una centena de indígenas guatemaltecos a tratos crueles y degradantes.
Dijo que los policías subieron al tren procedente de Arriaga, Chiapas a Ciudad Ixtepea, Oaxaca para bajar a los indígenas Mam, golpearon y abusaron de las mujeres mientras que a los hombres y a los niños les ordenaron tirarse al piso y después les pisaron la cabeza.
Foto: Roselia Chaca / Quadratín