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San Francisco del Mar, Oax., 29 de febrero de 2012 (Quadratín).- El agente municipal de Pueblo Viejo, perteneciente a San Francisco del Mar en la zona huave, Reyes Gonzaga, dio el ultimátum de cierre al dueño de una vivienda particular, donde desde el miércoles la plantilla de maestros de la Primaria Justo Sierra de la Sección 22 reiniciaron clases.
A través de un oficio, el Agente informó que durante la asamblea del 25 de febrero no se aprobó por mayoría la instalación de una escuelita en la comunidad huave, por lo que estaba en su derecho de exigir su cierre.
La determinación y ultimátum de la autoridad, fue recibido por el abogado de la Sección 22, Jaime Liñas, quien informó sobre la interposición de una denuncia ante el Ministerio Público por amenazas y ante la Comisión de Derechos Humanos por la obstrucción del derecho a una educación pública a niños indígenas.
Además, la delegación sindical de Reforma de Pineda responsabilizó, de lo que le pueda pasar a los maestros de la Sección 22, al agente y al supuesto promotor de la Sección 59 en la comunidad, Virgilio Álvarez.
Por lo que solicitaron la intervención de la Secretaría General de Gobierno (Segego) para controlar la situación de provocación y evitar algún tipo de confrontación entre habitantes y maestros.
Es importante señalar que en un ambiente tenso, los seis maestros de la Sección 22 reiniciaron las clases con 35 niños en una casa particular en la agencia municipal. Estuvieron presentes para dar fe del reinicio de actividades Aurora Terroso Ramos, supervisora escolar, y Ángel Morales, delegado regional del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Es importante señalar que desde agosto del 2011 la población de Pueblo Viejo por asuntos políticos, electorales y de más, argumentaron que los maestros de la Sección 22 no cumplían de manera adecuada sus obligaciones en las aulas, por lo que determinaron quitarlos y sustituirlos por integrantes de la Sección 59.
La organización sindical les prometió una plantilla de 12 maestros, un profesor de educación física y una sala de cómputo. La Sección 59 envió seis profesores, pero al ver que la escuela estaba en malas condiciones sólo se quedaron tres y enviaron cuatro de personal externo, bajo la promesa de que serían contratados.