La Constitución de 1854 y la crisis de México
-No responde a las expectativas de estados y contribuyentes
-No es viable, ni deseable, el impuesto a las ventas finales
Nace Cuna de Líderes, saludos.
Oaxaca, Oax., 14 de octubre de 2011 (Quadratín).- Estamos a pocos días de que se apruebe la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal de 2012, propuesta que es evidente no satisfizo las expectativas de las entidades federativas y del sector empresarial.
En nota publicada ayer, de acuerdo a información oficial, se habla de una deuda registrada de las entidades federativas de 314 428 millones de pesos y una no registrada de corto plazo- de 48 994 millones, lo que da un total de 363 422 millones- El Economista- pero si le sumamos los PPS que son deuda pública, nos acercamos a los 400 mil millones de deuda.
La causa primordial de este endeudamiento creciente de las entidades federativas y algunos municipios, la encontramos en la insuficiencia de sus ingresos fiscales, tanto en las participaciones que para 2011 cerrarán en 15 685 millones menos de lo programado, con niveles reales inferiores a antes de la crisis, como por el bajo potencial recaudatorio de sus ingresos propios.
Lo real es que por todos lados hacen agua las finanzas estatales, es el caso de la insuficiencia de los recursos de educación y salud, de los pari passus que no pueden aportar lo que se traduce en ahorros para las dependencias federales, por sus compromisos crecientes de gasto público en materia de infraestructura y desarrollo social, y algunos ya por el servicio de su deuda pública, lo cual se traduce en mayores necesidades de recursos. Otros tienen la carga adicional del impacto acumulado del cambio de fórmulas de distribución de las participaciones y del FAEB de 2008.
Por eso algunos más desesperados que otros, han recurrido en mayor medida al endeudamiento, además de la debilidad de sus economías.
Además ante el bajo potencial recaudatorio de los impuestos estatales, la imposibilidad de utilizar los derechos, en virtud de su adhesión al SNCF, y ante la renuencia a regresarles potestades con potencial recaudatorio importante, regresarles no crear nuevos impuestos, sólo les queda endeudarse o hacer la pasarela que se ha visto desde hace algunos años en el Congreso de la Unión, para que los diputados les asignen recursos adicionales, cuya bolsa desgraciadamente es limitada.
Como ya mencioné en otra colaboración, la Propuesta de Ley de Ingresos, incluye la posibilidad de que las entidades puedan poner un Impuesto a las Ventas Finales y Servicios al Público en General hasta del 5 %, pero con tantas limitaciones y exclusiones como no gravar a los exentos en el IVA, bienes inmuebles, mayoristas o servicios concesionados- que lo hacen débil en cuanto a potencial recaudatorio, y poco atractivo por el costo político innecesario en que deriva, que la población lo considere un IVA disfrazado.
Como es claro no podemos incrementar el IVA y un impuesto como este sólo sería viable, si se compensara con una reducción proporcional del impuesto federal, por supuesto que no hay ni remotamente una relación de uno a uno. Esto último hoy se ve poco probable, lo cual tienen muy claro los estados, que si lo aceptaría si fuera acreditable contra el IVA, incluso hay una propuesta por ahí, por ello muchos gobernadores y secretarios de finanzas se han manifestado en contra del mismo en esto momentos.
Desde 2001 se ha analizado el impuesto a las ventas, se exploraron muchas alternativas, pero en todas es necesaria la reducción del IVA. En la Convención de las Haciendas Públicas de 2004 fue uno de los acuerdos de consenso, planteándose incluso un acuerdo en el sentido de que las propias entidades aportarían un porcentaje de lo recaudado para hacer un fondo de desarrollo para las entidades de menor desarrollo económico.
Hoy el momento político electoral no ayuda por supuesto, menos tratándose de un impuesto al consumo. Uno de los acuerdos en los que siempre hubo consenso fue que de entrada fueses un impuesto federal, por lo menos por dos años, lo cual facilitaría su recepción posterior por todas las entidades y la aceptación de todos los congresos locales, con una misma tasa, lo que evitaría prácticas depredatorias y competencias insanas como se empieza a ver con los impuestos locales que están sustituyendo a la tenencia federal.
*Consultor en temas de Hacienda Pública y Coordinación
Fiscal. Ha sido Presidente del Colegio Nacional de Economistas.
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