
¿Lealtad a quién?
-Asola a la sociedad
-Se descubre por las denuncias
-Encuentro COPARMEX en Oaxaca esta semana
El costo social de la corrupción
Oaxaca, Oax., 24 de octubre de 2011 (Quadratín).- El costo social de la corrupción es muy alto, más alto que el costo económico mismo, lo mismo en la función pública que en la privada. Hay información ya sobre la misma, a pesar de que se han ido perfeccionando los mecanismos para prevenirla, detectarla y castigarla, sin embargo sigue habiendo una sensación de que finalmente queda impune. Muchas veces las sanciones no pasan de la denuncia y el desprestigio público.
Ante ello quiero retomar un tema que ya he abordado, que hoy retoma actualidad porque el mismo sigue vivo, lo cual se observa en el caso de los gobiernos de manera importante, por lo menos en el contexto mexicano, como se ha visto en algunas entidades como Oaxaca.
De acuerdo al Estudio Mundial de Fraude Ocupacional y el Abuso 2010, elaborado por la Asociación de Examinadores de Fraude Certificado (ACFE), cuyo Capítulo México encabeza nuestro brillante Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, la pérdida potencial estimada por fraude ocupacional en el Mundo asciende a 2.9 billones de dólares al año, partiendo de que la base promedio de pérdida por organización es del 5 % de sus ingresos anuales.
Es claro que en todos los aspectos hay variaciones por regiones, sectores y responsables del mismo.
El concepto de Fraude Ocupacional, incluye una amplia gama de delitos y estafas, que van -como señala el Reporte-, desde el robo de identidad, hasta el acceso ilegal a datos y la falsificación de reportes de gastos. La forma en que los perpetradores intentan apropiarse del dinero de sus víctimas son muy diversas y continuamente cambiantes. En su origen, todos los fraudes implican una violación de la confianza, sobre todo cuando un empleado abusa de su posición dentro de la organización para obtener un enriquecimiento personal, usando indebidamente los activos o recursos que resguarda. Esto aplica a los empleados de todos los niveles tanto de los gobiernos como los de las empresas. A pesar de las diferentes circunstancias, características estructurales y culturales, desarrollo político, económico y social, diferentes, el Estudio realizado en 106 países ha encontrado patrones comunes:
El fraude financiero que representan apenas el 5 % de los fraudes, causa las mayores pérdidas, con un costo promedio de 4 millones de dólares por evento;
Mientras que la apropiación indebida de activos, la forma más común de fraude con el 90 % de los casos, tiene una pérdida promedio de 135 mil dólares por evento;
El mejor método de detección son las denuncias anónimas, en el 42 % de los casos, como se ha observado desde hace 9 años