Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
A mi Pau, por un año más
MÉXICO, DF. 15 de septiembre de 2014 (Quadratín).- Hoy es un día festivo en muchas instituciones y la mayoría de las universidades por lo que es un buen momento para hacer un repaso del contexto internacional, tan movido con temas económicos, que devienen de temas políticos, como la guerra comercial entre Europa y los Estados Unidos, contra Rusia, a partir del conflicto bélico que se da hoy en tres provincias de Ucrania, país que desde hace tiempo se encuentra convulsionado, primero por el movimiento preeuropeo que terminó con la salida del Gobierno pro ruso, el referéndum de Crimea que ya es hoy territorio ruso, así como los conflictos mencionados en las provincias de Ucrania, de los cuales responsabilizan a Moscú, incluso por no hacer uso de su influencia para frenarlo.
A las sanciones contra funcionarios y empresas rusas, Moscú ha respondido con el veto a la importación de productos agropecuarios, como la carne, que parece ahora importarán de América Latina. El impacto sobre muchas empresas europeas no se ha dejado esperar y tiene dimensiones importantes.
El nuevo capítulo, refuerza las medidas contra Rusia, incluyendo a las empresas petroleras y a las instituciones financieras, la respuesta apunta a sectores estratégicos y sensibles de los países europeos, así como la importación de automóviles. Asimismo, las autoridades rusas anuncian plantearán el conflicto a la Organización Mundial de Comercio, porque se afecta el libre comercio, lo cual es cierto, pero de los dos lados.
Recuerdo hace algunos meses, la reunión de los BRICS en Brasil, donde el Presidente ruso amarró una serie de convenios con países latinoamericanos, así como el resto de los BRICS, a saber Indonesia, China e India, incluso se habló de crear un banco que competiría con el Fondo Monetario Internacional, en los espacios nacionales de esos países.
Lo anterior además un contexto muy ilustrativo, ya que en el Mundo se observan conflictos derivados de un centralismo radical, como son los movimientos independentistas de Escocia, respecto al Reino Unido y de Cataluña, respecto de España. En dos contextos diferentes se plantean los respectivos referéndums, uno con un soporte legal y otro sin el mismo, pero precedidos ambos, particularmente el segundo de una gran movilización social en Cataluña que clama por su independencia. Es evidente que ambas sociedades están divididas, en el caso escocés, se dan súplicas para no desintegrar la unidad, que representa una tercera parte del producto interno bruto inglés, en el segundo el peso de la economía catalana, quizás sea el más importante en España. Los partidarios del No, han recurrido a la misma estrategia, hablar del costo para los ciudadanos si triunfa el Si, de huida de bancos y de empresas. Costos económicos para los ciudadanos, como la amenaza de no formar parte de la Comunidad Europea. En Cataluña trabajan un gran número de empresas transnacionales.
A ambos se les han ofrecido mejores condiciones para que se queden, se recurre al federalismo como opción para mantener las unidades nacionales, pero puede ser demasiado tarde. Por supuesto que un federalismo entre iguales, descentralizado, es quizás hoy la mejor opción de gobierno, pero existen grandes grupos conservadores y corrientes académicas, que cada vez apuestan más al centralismo. En muchos países federales como México se ha seguido en los últimos años un Federalismo Centralizado, lo cual parecería inviable en el mediano plazo.
Esta semana se sabrá que pasa en Escocia donde en los últimas días se da un juego de encuestas, donde “van ganando” alternativamente. Será una prueba útil para los catalanes. Ahí está en fila Venecia por ejemplo.