Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
OAXACA, Oax. 20 de junio de 2014 (Quadratín).-Cierto las finanzas de las entidades federativas y de los municipios, dependen en extremo de las participaciones y gasto condicionado que reciben del esfuerzo recaudatorio federal, sin embargo, algunas hacen un esfuerzo recaudatorio propio importante, que poco se reconoce, aunque también es cierto que la mayoría no realiza bien su tarea de recaudar.
También es cierto que las participaciones son una pequeña parte de la recaudación federal participable y que en términos reales andan en su niveles de hace cinco años, como un reflejo de la insuficiencia del crecimiento económico.
Cierto, ellas sólo pueden recaudar impuestitos de bajo potencial recaudatorio, como el impuesto sobre nóminas, y han depredado -la mayoría- las bases del impuesto de la tenencia, ahora impuesto estatal.
El esfuerzo fiscal es diferente, lo que se observa en el grado de dependencia de las transferencias condicionadas o no por entidad federativa.
Las leyes de ingresos de las entidades federativas permiten valorar el esfuerzo de unos y la apatía de otros.
Al respecto INDETEC acaba de publicar un recuento de la estimación de ingresos de las entidades federativas para este año y ahí se refleja con claridad lo que sucede entre las mismas, excepto la salvedad que hacen al recortar parte de la Ley de Ingresos del DF, lo que evidentemente distorsiona su grado de autonomía fiscal, aunque el Gobierno de la Ciudad se encarga de todo el gasto público.
Por impuesto el más importante es el impuesto sobre nóminas que significa el 68 por ciento y tenencia y uso de vehículos, 19.6; en cuanto a los derechos, los de control de vehículos significan el 42 por ciento, mientras que los de Prestación de Servicios, el 31 por ciento.
De acuerdo con el trabajo mencionado en un comparativo de autonomía financiera, aunque con la salvedad mencionada, el DF aparece con un porcentaje de 72 por ciento y Campeche de 53.5, mientras en otro extremo, Guerrero 28.4 por ciento y Oaxaca 34.3.
Desafortunadamente los gobernadores apuestan mucho a su “capacidad de gestión” ante el Presidente o el Secretario de Hacienda, no perciben que las cosas han cambiado.
Prefieren la subordinación fiscal que recaudar, siempre huyendo de un inexistente costo político. Su visión es que “si hay un ser despreciado por la sociedad, este es el recaudador de impuestos”, aunque a veces en sus estados se recauda bien.
En el trabajo de Xóchitl Livier de la O, investigadora de INDETEC, se ven los porcentajes de los ingresos propios dentro de la estructura de los ingresos totales.
Casos lamentables, muchos del sureste. Destacan Chiapas, Guerrero, y Oaxaca que no recaudan por impuestos locales más del dos por ciento de sus ingresos totales, siendo Oaxaca el extremo con el 1.4 por ciento.
Por otra parte, Guerrero es otro extremo: sus ingresos propios totales no rebasan el tres por ciento. Curiosamente Guerrero y Oaxaca reciben más aportaciones que otras entidades federativas, rebasando a sus participaciones, donde tampoco les va mal en el comparativo nacional, en virtud de que se distribuyen en función de la población domiciliada. Guerrero en 2014 recibirá 62.5 por ciento por aportaciones y Oaxaca, 54 por ciento.
Hacen mejor las cosas Nuevo León que recaudará el 17.9 por ciento de sus ingresos totales, 10.8 por impuestos y sólo recibe el 82 por ciento por transferencias.
Según la información publicada por INDETEC, Nuevo León sólo recibe 39 por ciento de participaciones y 27 por ciento de aportaciones, que contrasta con lo de Guerrero.
Bien Chihuahua, con el 15.7 por ciento, Campeche 15 por ciento y Aguascalientes, con 14.4 por ciento.