Cortinas de humo
-Entre poderes para los cambios
-Entre partidos para lo fiscal
-Un buen inició, el caminos es largo
OAXACA, Oax. 21 de octubre de 2013 (Quadratín).- Por supuesto que no todo mundo queda satisfecho con los cambios aprobados por los diputados, respecto a la propuesto por las autoridades hacendarias, sin embargo se observa que prevaleció un intenso trabajo de consenso entre las diferentes fuerzas políticas y en función de la división de poderes, entre el Ejecutivo y el legislativo.
Diputados y senadores tienen la responsabilidad de aprobar lo referente a los ingresos públicos, sólo los primeros en materia de presupuesto. Ambas cámaras están constituidas por representantes de los partidos políticos elegidos por los ciudadanos, lo que les da legitimidad. La autonomía de los poderes no puede ser nunca sustituida, ni disminuida tratando de institucionalizarla mediante ejercicios quiméricos.
En los tres anteriores gobierno, se intentaron cambios en las leyes fiscales, que por una razón u otra, en los espacios políticos no lograron consensos que se materializarán en los votos en el Congreso, a pesar de que en algunos casos, como en 1997, 2001 y 2004, se trataba de propuestas integrales, que contemplaban –las dos últimas- mecanismos compensatorios para las clases de menores ingresos y aspectos importantes de fortalecimiento del federalismo fiscal.
Hacia 1999 publiqué en El Economista Mexicano, órgano de difusión del Colegio Nacional de Economistas, un ensayó que apostaba a las reformas por el lado de los impuestos directos, sin descuidar la tributación indirecta, como se hizo en este paquete, donde se observa progresividad en el ISR, se escucharon los planteamientos ciudadanos para eliminar el IETU y el IDE, se toman decisiones como la de los refrescos y los alimentos chatarra, etcétera.
Hacia 2006 las cosas fueron muy bien, incluso casi 80 mil millones de pesos adicionales en las participaciones y excedentes petroleros, sin embargo se logró entre otras cosas por un esfuerzo importante en la administración tributaria desde el SAT y la colaboración administrativa con las entidades federativas.
Veamos como queda la estructura tributaria del País, y lo comentaremos.
El paquete aprobado es totalmente diferente al intentado en el sexenio anterior que se basó en el incremento del IVA, así como en la creación del IETU y el IDE, que por cierto acaban de desaparecer, como lo han pedido desde entonces las empresas mexicanas, así como los organismos empresariales del País, dado que fueron más los daños que los beneficios que dieron al aparato productivo nacional.
No olvidemos que es el primer año de Gobierno, y que cualquier cambio fiscal debe ser gradual. Lo importante es que hubo definiciones y respuestas: en primer lugar la del Secretario de Hacienda en el sentido de que se dejará de lado este sexenio lo referente a aplicar IVA a alimentos y medicinas, la desaparición del IETU y del IDE.
Es claro que cuando se presenta una propuesta en un tema tan delicado, la autoridad tiene que proponer más de lo que quiere, para que en el proceso legislativo se vaya ajustando la misma, eliminando aspectos que de antemano se consideran inviables, como sería el caso del IVA en colegiaturas, arrendamiento y compraventa de casas habitación. Se aposto a gravar actividades de empresas con mucho poder económico y por tanto de cabildeo, como lo de las bebidas azucaradas y los alimentos chatarra. Igual con lo homologación del IVA en la frontera y por supuesto hay reacciones en contrario, pero algo se tenía que hacer
Las entidades federativas se beneficiaran de alguna manera, particularmente el DF, ya que se cubre el vacío que significaba no pagarles el FAIS y al crearse el Fondo de Capitalidad. En la medida que se incremente la recaudación participable, se incrementarán las participaciones, además se crea un Fondo de Compensación por los REPECOS y no se gravarán con IVA los espectáculos, etcétera.
Quedan por supuesto pendientes, los funcionarios fiscales de los estados y el Gobierno Federal deberán trabajar coordinadamente, revisar que potestades regresarles, se incorporen los recursos del FAFEF y del FORTAMUN al Ramo 28, se fortalezca la colaboración administrativa, etcétera.
Para 2015 pensar en fortalecer la Ley de Coordinación Fiscal, transformándola en Ley de Coordinación Hacendaria, etcétera.