Día 22. Palacio perdió dominio de la agenda de la crisis
-Desigualdades: población, ingresos, recaudación
-Débil desarrollo institucional
-Ausencia de sistemas de pensiones
OAXACA, Oax. 11 de noviembre de 2013 (Quadratín).- México es un País con una estructura federal de gobierno, con una larga historia de lucha entre centralización y descentralización. Hemos confundido federalismo con descentralización, pero no es así necesariamente, pueden haber federalismos centralistas y sistemas unitarios con grados de descentralización.
Tenemos 2445 gobiernos municipales con miles de localidades, un gran número de ellos con pocos habitantes, la mayoría con problemas de pobreza y pobreza extrema, cuentan con gobiernos con un pobre desarrollo institucional, cerca de la mitad, por lo menos los de usos y costumbres de Oaxaca, ni siquiera tienen una estructura de Gobierno, en algunas entidades federativas no tienen acceso a Internet –quisiera tener electricidad- y mejores caminos de acceso. En contraparte la fiscalización que hacen los ciudadanos, es más efectiva que la pueden realizar las instancias de fiscalización gubernamental, sobre todotas centralizadas.
Las transferencias no condicionadas son su ingreso principal para poder tener un gobierno administrativo y para sufragar los gastos más elementales del municipio, sin embargo son las transferencias condicionadas las que efectivamente les permiten realizar inversión en infraestructura, en seguridad e incluso apoyos para cubrir el servicio de su deuda pública.
En el nivel municipal, aún más que en el estatal, todo está concentrado, ya he escrito en este espacio que en menos de cien municipios se recauda la mayor parte del impuesto predial; son los que reciben mas participaciones, esto es las transferencias en efectivo de libre disposición; por supuesto en ellos se concentran las transferencias condicionadas, esto es las aportaciones del Ramo 33, los subsidios y los convenios de reasignación y de descentralización. Alrededor de 20 gobiernos locales concentran las obligaciones financieras, esto es la deuda pública municipal, concentrada además en los municipios de unos cuantos estados y las crisis derivadas del crecimiento de la misma, se acentúan aun más en unos cuantos municipios.
Algo ha fallado en nuestro sistema federal, de forma tal que se ha centralizado, profundizando la dependencia de entidades federativas y municipios respecto de las transferencias federales. A nivel de la OCDE somos el miembro con u n sistema tributario más centralizado, en el cual más de nueve partes de la recaudación de los ingresos tributarios se concentra en el gobierno federal y las entidades federativas sólo tienen potestades de muy bajo potencial recaudatorio, como los impuestos sobre nóminas, anuncios, hospedaje y una tenencia con base disminuida, en el caso de las entidades federativas y en el caso de los municipios el impuesto predial, este con un potencial mayor al que se observa, sin embargo no magnifiquemos su potencial, no puede resolver los problemas estructurales de las finanzas públicas municipales, ya que en el caso mexicano recaudamos el 0.2 por ciento del PIB, la tercera parte del 0.6 por ciento de Chile por ejemplo, pero este País es más pequeño y no presenta los niveles de pobreza extrema de muchos municipios de nuestro País. El comentario anterior no significa que no se tenga que hacer un esfuerzo adicional, pensar por supuesto que a través de la colaboración administrativa se pueda potenciar su recaudación, pero existen muchos municipios que no necesitan de esa figura y por lo mismo no se debería condicionar parte de los recursos del Fondo de Fomento Municipal a la firma de convenios estado- municipio de esta naturaleza y en el caso del DF menos, ya que dada su naturaleza jurídica, no tiene municipios, sino 16 delegaciones administrativas, es una entidad federativa centralizada, no federalizada. Incluso por tamaño fragmentar ahí la recaudación del predial sería contraproducente.
Se deberán resolver los problemas de ingresos de los municipios y apoyarlos con recursos federales adicionales para su desarrollo institucional, desarrollo que se traduzca en mayor eficiencia en su gasto público, y sobre todo para que puedan resolver problemas ingentes y urgentes como el de sus sistemas de pensiones –que en la gran mayoría no existen- lo que ha incubado una drama social que tarde o temprano les estallará en las manos, si no es que ya empezó.
Ha sido Presidente del Colegio Nacional de Economistas.