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Nearshoring, gran oportunidad que MiPyMEs no deben perder
OAXACA, Oax. 28 de marzo de 2014 (Quadratín).-Para que las entidades federativas gasten en algo que no sea el gasto corriente, requieren forzosamente de los recursos que les transfiere el Gobierno Federal, excepto quizás el DF, que recauda más de la mitad de sus ingresos totales.
La dependencia varía de entidad a entidad, algunas como Chihuahua o Baja California han llegado al 20 por ciento de ingresos propios, pero otros como Tabasco y Oaxaca apenas al tres por ciento.
Por tanto, es evidente que se da una dependencia extrema con respecto de las transferencias federales en los presupuestos de estados y municipios, dependencia que en el caso de los primeros rebasa el 90 por ciento en promedio.
Las transferencias que reciben son de dos tipos, las no condicionadas, esto es las participaciones que reciben a cambio de dejar en suspenso facultades impositivas que cobra el gobierno federal, el cual les participa de lo recaudado; por otra parte, las Condicionadas a un destino específico, con normas establecidas a nivel federal, es el caso de las aportaciones, convenios de reasignación y descentralización, así como los subsidios. El condicionado representa la tercera parte del gasto programable.
Un gran número de entidades no tienen recursos de su programa normal para inversión o gasto social, dependen fundamentalmente del dinero de las transferencias.
No tienen para gastar, porque no recaudan lo suficiente, no recaudan por que las facultades que les quedan son de un bajísimo potencial recaudatorio, pero también porque no quieren, tiran a la basura posibilidades recaudatorias por razones políticas, y apuestan todo a la “gestión de recursos”, pero olvidan que en la puja hay otras 31 entidades federativas.
Curiosamente las entidades que mejor recaudan son los que tienen comprometidos más recursos para el subsistema estatal de gasto educativo.
Nuevo León aunque recaude no le sirve, porque tiene comprometidos casi todos sus ingresos propios, desde hace algunos años.
A los gobernadores les encanta gastar, aunque a veces se van con la finta, como cuando se les desconcentró, que no descentralizó, el gasto educativo, y pensaban que ahora en vez de gastar cien, serían doscientos, pero estos últimos con reglas que no ponen ellos –son recursos condicionados y por lo tanto se pueden auditar.
¿Cómo gastan lo que gastan?,
No gastan bien, como se aprecia en los resultados de la fiscalización superior, que muestra un alto grado de inobservancia de las normas, claro hay que reconocer que hay grandes espacios de opacidad en las fórmulas de distribución y destinos de algunos fondos, que están muy alejados de la realidad, como ha sido el caso del FAEB, el FAIS y el SUBSEMUN.
Pero el mal ejemplo cunde, algunas entidades federativas no publican las fórmulas de distribución; en algunos fondos y programas presentan subejercicios significativos, como en FISE, FASP, FAM Y Seguro Popular; cuando pagan gastos indebidos como los comisionados a las diferencias secciones del sindicato de maestros y luego se sorprenden, porque lo tienen que regresar al propio Fondo.
Siempre lo han hecho así, desde antes de la desconcentración, pero está prohibido.
Cierto lo de la opacidad de los fondos, pero hay signos de desorden en su ejercicio, como cuando no tienen una cuenta bancaria única para manejo de los recursos de un fondo, mezclan recursos de origen distinto, o los meten a sus cuentas concentradoras o licuadoras. como pasó en Tabasco- donde los recursos se funden y hace más difícil la fiscalización.
El hecho de que ya sean varios los ex secretarios de finanzas en la cárcel, al margen del fondo político, es un asunto que debe preocupar a quienes tienen hoy esa responsabilidad.
Por ejemplo en San Luís Potosí, los últimos dos secretarios, de los últimos dos gobiernos han estado presos.
Hay que recaudar mejor, gastar mejor, ajustarse a las reglas y las leyes, apostar a la transparencia y a veces decirle no se puede o no se debe a los señores gobernadores.
Eso les ayudaría a todos y haría más eficiente el gasto público del orden subnacional.
Ha sido Presidente del Colegio Nacional de Economistas