Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
OAXACA, Oax. 2 de diciembre de 2013 (Quadratín).-Esta semana se realiza en León, Guanajuato, el Seminario organizado por la FENAM, cuyo secretario técnico es Sergio Arredondo, quien ha acumulado una experiencia vasta en la atención de las problemática municipal. Las organizaciones de presidentes municipales, tanto las integradas por militancia, como las especiales, como las de los municipios turísticos, los de la frontera, etcétera, han tenido sus experiencias de éxito, pero también limitaciones derivado de lo corto que es el tiempo de gobierno municipal y lo fragmentado de sus recursos públicos.
Tres años es muy poco cuando se trata de concretar proyectos de mediano plazo, más para ayuntamientos que reciben recursos a veces mayores a los de algunas entidades federativas, tienen más habitantes y problemáticas complejas, que van más allá de la prestación der servicios públicos.
Nadie duda de que algunos municipios del Estado de México tienen más habitantes que entidades como Colima, Tlaxcala, Baja Sur o Nayarit por lo menos, sin embargo el tiempo de duración de la gestión municipal es muy limitado y la urgencia de ampliarlo a seis años, en los más grandes, medidos por habitante.
La concentración que se da en los ingresos, parte en la distribución de participaciones, que hoy se realiza en función de la población domiciliada, habiéndose eliminado cualquier incentivo al esfuerzo recaudatorio local en la parte federal. Cuando se utiliza de esa manera el indicador poblacional se torna regresivo, cosa que percibimos desde 1989 cuando se planteó distribuir todo en función de la misma, cosa que no sucedió, y que se pudo comprobar cuando el FORTAMUN –fondo de aportaciones condicionadas del Ramo 33 y Capítulo V de la Ley de Coordinación Fiscal- se distribuye desde su creación en 1998 en base a la población de cada municipio, lo que favorece a los municipios con mayor población, esto es las capitales de las entidades federativas y los municipios de mayor actividad económica, lo cual hace que los recursos de este fondo se integren al Ramo 28, esto es a las transferencias de libre disposición.
Lo mismo pasa con la recaudación de predial, ya que alrededor de 100 de ellos se concentra su recaudación, dejando por supuesto de lado la del DF que está centralizada y no tiene municipios ya que las demarcaciones territoriales son de carácter administrativo.
Una acotación que habrá que mencionar en el Seminario de la FENAM, es la costumbre de algunas dependencias federales a no cumplir con las obligaciones tributarias locales, aduciendo a su propia normativa –como ha sido el caso del IMSS- o a la falta de recursos presupuestarios, que fue el argumento para no cumplir los convenios para la regularización del ISPT, particularmente el de 2006.
La concentración recaudatoria del predial, tiene una explicación natural derivada de la concentración de población y de actividades productivas en algunos municipios, que son los que tienen posibilidades administrativas y recursos para cobrar el impuesto predial con eficacia, para tomar el catastro –lo cual requiere de recursos por supuesto- y desarrollar mejores sistemas de recaudación, además de que sus presidentes municipales y sus cabildos cuentan con algún tipo de experiencia administrativa y más conciencia respecto a la importancia de cobrar los impuestos locales, más allá de la cultura que alguien ha llamado “del padrotismo fiscal”.
En los tiempos de las reformas al 115, cuentan que el Presidente de Cozumel se lamentaba de su suerte, al tener que cobrarle impuestos a sus amigos, a su familia y a “los picudos” que llegarían a invertir a ese municipio de Quintana Roo.
De ahí se generó el mito del costo político de recaudar impuestos y verdaderas aberraciones como se han dado en muchos. Claro que también hay muchas experiencias exitosas, de municipios que han logrado resultados recaudatorios importantes.
*Ha sido Presidente del Colegio Nacional de Economistas.