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México y la semana aquimichú
-Entre progresividad y regresividad
-Hacen falta recursos a las haciendas públicas
Oaxaca, Oax. 28 de enero de 2013 (Quadratín).- Cuando hablamos de la reforma fiscal integral, de los ingresos y del gasto público, no hay nada nuevo. Por el lado de los ingresos el eje central de las discusiones es y ha sido la reforma tributaria, lo que tiene que ver con un nuevo reparto de la carga impositiva, esto es la progresividad del sistema, así como el acento de las reformas en los impuestos directos o indirectos, de la progresividad o regresividad de los cambios. Este dilema no se ha resuelto de fondo desde hace más de 40 años, además seguimos teniendo una carga fiscal reducida que ronda el 10 % del PIB, seguimos dependiendo de la volatil tributación derivada de los hidrocarburos en más de una tercera parte – con el riesgo que ello implica-, mantenemos una fuerte concentración del potencial recaudatorio en el orden central o federal y por tanto una debilidad de las haciendas estatales y locales. Se ha avanzado más en la Administración Tributaria, pero siguen pendiente más simplificación y más seguridad jurídica por el lado de política de ingresos.
Por cierto una regresión académica, referente a la palabra de moda, esto es Hacendaria, que se usa en los nuevos usos y costumbres cuando se quiere decir que se deben reformar los impuestos y el gasto público. De hechpo el concepto hacendario no existe, y es más correcto hablar de haciendas públicas.
En fin, sin importar como se le llame, lo real es que es un tema que periodicamente, más al inicio de cada nueva administración, se plantea como el eje de las reformas pendientes, y mucho hay de cierto en ello. Sin embargo por la falta de acuerdos integrales para la distribucion de la carga tributaria y el reparto de los costos, sigue siendo un tema pendiente.
El tema esta vivo desde hace muchos años, recordemos que fue en el Gobierno de Díaz Ordaz, siendo Secretario de Hacienda Don Antonio Ortiz Mena, cuando ya estaba en la mesa la necesidad de una reforma fiscal o tributaria. Don Antonio formó un grupo de trabajo con lo smejores economistas de la época, para elaborar una propuesta viable, además de haber contratado como distractor de la opinión pública y los grupos de presión a Nicholas Kaldor economista inglés, que hablaba de un impuesto único al gasto, no instrumentado en ningún pais del Mundo, cuyo textos por cierto ha publicado el Fondo de Cultura Económica.
Después de la introducción del IVA en 1980 y la creación del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, no ha habido una reforma en la materia tan relevante. El incremento recaudatorio de 2000 a 2006 se dio basicamente por eficiencia administrativa, así como avances en la simplificación y la colaboración administrativa.
No es un problema técnico, propuestas existen y muchas, lo mismo que diagnósticos, tanto desde el Gobierno como de los funcionarios fiscales estatales, de los ciudadanos, esto es de grupos empresariales y de trabajadores, gremiales y académicos, de universidades privadas y públicas, así como muchas recomendaciones de organismos públicas internacionales. Sigo recomendando los trabajos del seminario que organizó el CNE sobre experiencias de reformas fiscales en el Mundo en el año 2000 y los acuerdos de la CNH de 2004.
Una reforma fiscal para ser viable requiere ser sencilla, fácil de administrar, progresiva y equitativa, federalista y políticamente viable. Donde dejen de ser lugares comunes, simplificar, desregular, transparencia, rendición de cuentas, descentralizar, concertar. No es tarea fácil por supuesto.
Hay temas pendientes y urgentes, como el frente federalista que coadyuve a resolver de raíz el problema del endeudamiento creciente de algunas entidades federativas y municipios. Al respecto los funcionarios fiscales, están planteando las características más urgentes para una reforma del federalismo fiscal, que lo haga descentralizador y fortalezca los mecanismos de la coordinación intergubernamental, recuperándole la fortaleza que ha llegado a tener. Con la misma pretenden recuperar facultades impositivas e incrementar el porcentaje participable entre otras medidas.
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