La Constitución de 1854 y la crisis de México
OAXACA, Oax. 10 de mayo de 2015.- 1. De acuerdo a una encuesta aplicada a nivel nacional por la empresa Covarrubias solamente el 38 por ciento de los electores acudirían este 7 de junio a las urnas.
Sin embargo, de este bajo porcentaje de probables votantes la mayoría lo haría no para votar por algún candidato a diputado federal sino para anular su voto, dejarlo en blanco o anotar en la boleta la frase “revocación de mandato”.
El dato lo comentó brevemente Jorge Alcocer apenas la semana pasada con la observación de que dicha encuesta se hizo por encargo del INE y que “para no desalentar el voto” los consejeros del órgano electoral decidieron archivar los resultados.
2. En la gran mayoría de las elecciones federales intermedias celebradas en México en poco más de dos décadas el nivel de participación ciudadana ha sido baja, pero en ésta ocasión hay indicios que se podría romper el récord de inasistencia a las urnas.
La encuesta de Covarrubias lo expresa claramente: la mayoría de los mexicanos en edad de votar no ejercerán este derecho, pero de los que estarían dispuestos a hacerlo una buena parte lo hará para expresar su descontento en contra del sistema electoral y el sistema de partidos por la vía de anular el voto o depositarla en blanco y otros más se sumarán al llamado que un grupo de intelectuales y políticos de oposición han hecho para aprovechar la jornada electoral y demandar la revocación de mandato del presidente Enrique Peña Nieto.
Y necesariamente habrá que incluir entre esa franja de ciudadanos y ciudadanas que no acudirán a las urnas a los maestros de Guerrero y Oaxaca que siguen insistiendo en boicotear el proceso e impedir la instalación de casillas. ( Y el paro de labores que se iniciaría el primero de junio les otorgará toda la cobertura).
3. Frente a este escenario de un alto abstencionismo lo que el INE viene promoviendo a nivel nacional y en Oaxaca es la realización de debates que, más allá de constituirse en foros públicos para la confrontación de ideas y programas de candidatos y partidos, lo que se busca es motivar a la ciudadanía para que este 7 de junio vote con libertad y a conciencia. Solo que para alentar el interés por estos ejercicios democráticos hace falta romper con el exceso de formalismo y reglas coercitivas expresado lo mismo en los formatos terriblemente acartonados de estos debates que en las limitaciones de forma y fondo impuestos por la autoridad electoral que terminan por transformar los publicitados debates en simples monólogos.
4. En el proyecto de lineamientos que el INE ha elaborado para la organización de los debates de los candidatos a diputados federales de los 11 distritos electorales y el que se tiene previsto entre dirigentes de partidos políticos, el temario es único y parecería que sin posibilidades de cambio: economía, empleo y desarrollo social; educación; igualdad de oportunidades para las mujeres, población indígena y políticas de inclusión.” Y en cuanto a procedimientos, tiempos, réplicas y prohibiciones aplica por igual a candidatos que a dirigentes de partidos.
5. Si los simpatizantes o militantes de candidatos y partidos pretenden presenciar alguno de estos debates más vale que mejor se informen qué medios los transmitirán porque solamente podrán asistir, “con rigurosa invitación (sic) , las personas que la Junta Local o Distrital del INE determine”. Y si algún candidato quiere aprovechar la tribuna para darle rienda suelta a sus virtudes de buen orador solo tome en cuenta que “se concederá dos minutos y medio (…) para que presente de manera general la plataforma de campaña”.
Y si llegan al evento con ganas de debatir a fondo o provocar al adversario olvídense de tal despropósito pues en los Lineamientos se subraya que “se evitará personalizar o agredir a una administración pública o funcionario o funcionaria pública en particular.”.
Sin comentarios.